Cientos de personas, entre ellas familiares de las víctimas y políticos de distinto signo, despidieron hoy a 23 de los 26 bangladesíes fallecidos hace una semana en un accidente aéreo en Katmandú, con un funeral público en Dacca.
Los cuerpos de los bangladeshíes muertos en el siniestro que ya han sido identificados llegaron hoy al Aeropuerto Internacional Hazrat Shahjalal de la capital bangladesí sobre las 16.05, hora local (10.05 GMT), dijo a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas, teniente coronel Alamgir Kabir.
Tras su arribo fueron trasladados al Estadio del Ejército de Bangladesh, donde tuvo lugar un funeral en presencia de familiares, allegados y representantes del Gobierno, entre ellos el ministro de Transporte, Obaidul Quader.
El ministro acudió en calidad de representante de la primera ministra bangladesí, Sheikh Hasina, y, al término de la ceremonia, colocó flores sobres los féretros, que fueron portados a hombros por miembros del Ejército.
Uno de los siete heridos bangladesíes, que había sido trasladado con anterioridad de Katmandú al Hospital Universitario de Dacca, fue dado de alta hoy para poder participar en la ceremonia, confirmó a Efe el coordinador de la unidad de quemados del centro, Samnta Lal Sen.
El accidente se produjo hace una semana, cuando un Bombardier Dash 8 Q400 de la compañía aérea bangladeshí US-Bangla que cubría el trayecto Dacca-Katmandú se estrelló al realizar la maniobra de aterrizaje con 71 personas a bordo.
Según las primeras pesquisas y de acuerdo con las averiguaciones de la compañía y del aeropuerto de la capital nepalí, hubo problemas de comunicación entre el piloto y el controlador para definir la pista de aterrizaje, lo que pudo haber sido la causa del siniestro.
Con 49 víctimas mortales, este es el peor siniestro aéreo en los últimos veinticinco años en Nepal, país que ha sido objeto de reiteradas sanciones internacionales por la falta de controles.
La Unión Europea tiene vetado el acceso a su territorio de las aerolíneas nepalíes desde 2013, cuando aseguró que la situación en materia de seguridad de esas compañías no dejaba otra opción que prohibir sus operaciones. EFE