Stephon Clark, un joven negro muerto por policías en California el pasado 18 de marzo, recibió ocho disparos, todos en la espalda y el costado, informaron este viernes los abogados de la familia, basándose en los resultados de una autopsia independiente, reseñó AFP.
El estudio fue conducido por el patólogo Bennet Omalu, que indicó que la víctima no tuvo ninguna perforación frontal y que tardó “entre tres y 10 minutos” en morir.
“Durante toda la interacción, estaba de espaldas a los policías, no de frente”, explicó en una rueda de prensa en Sacramento. “Se puede razonablemente concluir que recibió siete disparos en su espalda”.
Omalu, reconocido por su trabajo sobre lesiones relacionadas con fútbol americano, mostró en un gráfico dónde había sido cada disparo: uno en el cuello, otro en el muslo y en el costado izquierdo, y el resto en su espalda.
Clark fue velado el jueves, casi dos semanas después de su muerte, que tuvo lugar el domingo 18 de marzo, cuando la policía respondió a una llamada de emergencia sobre un hombre que había roto ventanillas de vehículos en un barrio de la capital de California.
Los oficiales lo consideraron como el principal sospechoso y lo persiguieron, y todo fue grabado en video desde un helicóptero y a través de cámaras en los uniformes de los agentes.
El video muestra al joven corriendo y buscando refugio en el patio trasero de la casa de sus abuelos, donde residía.
Los policías dicen: “¡Muestre sus manos!”, e inmediatamente gritan: “¡Arma, arma, arma!”. Ahí dispararon 20 veces. Al revisar el cuerpo, los agentes solo encontraron un celular iPhone.
“La propuesta de que estaba de frente a los oficiales es inconsistente con la evidencia forense”, indicó el especialista. “Estaba viendo la casa, con su costado izquierdo hacia los oficiales (…), la parte izquierda de su espalda estaba de frente a los oficiales”.
La muerte del hombre negro a mano de las fuerzas del orden desató una ola de protestas en Sacramento.
Clark “murió en otro asesinato sin sentido de la policía bajo circunstancias cuestionables”, indicó el conocido abogado de derechos civiles, Benjamin Crump, que representa a la familia de la víctima.