Las enfermedades también emigran, por Gabriel Gutiérrez Valencia

Las enfermedades también emigran, por Gabriel Gutiérrez Valencia

gabrielgutierrez

Ante el éxodo masivo de venezolanos en busca de libertad y calidad de vida, desde profesionales que honrada y dignamente trabajan de “limpieza” ya que en nuestro país gana más el corrupto antisocial, partidista que el obrero o profesional en su labor diaria; se manifiesta una realidad que desde hace mucho denuncie responsablemente ante medios de comunicación y comunidad en general sobre la irresponsabilidad de las autoridades nacionales y regionales, como el caso de la epidemia de ZIKA con sus secuelas posteriores como el Guillian Barre ( hecho denunciado el 19 de enero de 2016) o los casos de Difteria en el Hospital Universitario de Maracaibo (22 de junio el 2017) en los cuales ni la dirección a cargo del médico Samuel Viloria, ni los servicios de emergencia y Otorrinolaringologia se manifestaron siendo cómplices de este grave hecho. Aunado a el desconocimiento de los protocolos exigidos por entes internacionales como la OMS en el caso de tales enfermedades que ya se daban por erradicadas en nuestros tiempos como la difteria y el sarampión, las cuales para su prevención ameritan de vacunación de la población y del cumplimiento de algo llamado “cadena de frío” , la cual consiste en mantener una adecuada temperatura al momento del transporte y almacenamiento de las vacunas y medicamentos, los cuales lamentablemente con todos los hechos de hoy día y repunte de estas enfermedades nos demuestran que no se realizaron o que la calidad de las vacunas cubanas no son las mejores.

Al emigrar y presentar signos y síntomas sugestivos de la enfermedad países como Colombia, Ecuador o Chile realizan lo que está descrito dentro de los protocolos, un paciente con origen de un país con un cuestionado sistema de salud y vacunación, con síntomas sospechoso por ej de Sarampión se debe aislar y estudiar, esto permitirá en primer término evitar la propagación de la enfermedad, en segundo controlar y evitar las complicaciones, es decir que al tener al paciente sospechoso aislado se limita el periodo de transmisión de la enfermedad, evitando que el paciente este en la calle, clases o casa trasmitiendo la enfermedad; muy contrario a lo que ocurre en venezuela donde se “silencia” a los médicos residentes, adjuntos y hasta jefe de servicios mientras la enfermedad sigue expandiéndose.





Lo que actualmente está ocurriendo es la muestra de todas estas fallas del sistema primario o preventivo de salud, y a diferencia de las autoridades nacionales y regionales que ni siquiera publican el boletín epidemiológico (que también denuncie en su momento 15 de abril del 2016). Podemos ver como estos países mencionados logran detectar el caso origen o sospechoso, aislarlo, colocar las vacunas a los contactos y hacer una vigilancia epidemiológica, que es lo que en su momento debió ocurrir en Venezuela, pero como sabemos la historia es otra. Además deben revisar sus esquemas de vacunación y si son efectivos estos hechos no deberían ir más allá que casos aislados en pacientes no vacunados o con un mal esquema del mismo.

En el caso de Venezuela después de tener un exitoso sistema de vacunación y lograr erradicar enfermedades como Polio, difteria retrocede en años a un sistema arcaico con una pésima administración con “directivos” que sus logros son pertenecer a un partido político sin conocimientos sanitarios; un ejemplo más del fracaso de la actual administración pública que solo se dedica a los shows televisivos de baile, cadenas nacionales de concentraciones partidistas obligatorias pero desde hace 20 años no ha realizado ninguna campaña mediática sobre el sistema de prevención contra enfermedades infecto-contagiosas, manejo adecuado de alimentos y agua potable que por ejemplo durante años fue la primera causa de consulta médica como diarrea o dolor abdominal. Hay mucho por hacer en el pais, comenzando con los colegas médicos que responsablemente deben alertar a la comunidad y no ser cómplices por “mantener” un cargo que en el futuro dirá si fue lo más correcto.

Dr. Gabriel Gutiérrez Valencia