Los acontecimientos devenidos de la acelerada dinámica política que vive el país producto de la crisis a todos los niveles que nos envuelve demanda de grandes decisiones, pero con los pies bien puestos sobre la tierra, sin pasiones, con razones, sin pasiones.
Los partidos políticos son agentes de acción ciudadana e ideológica para que todos los ciudadanos, ante la imposibilidad manifiesta de participar directamente en las grandes decisiones políticas de la nación lo hagan a través de una militancia consciente y participativa, mediante estas organizaciones nacidas en democracia y para la democracia.
Obedecen al sentir y al padecer del pueblo llano, ese pueblo que acude a las urnas electorales de forma periódica para decidir mediante el voto por quienes y como quieren ser gobernados, debemos ser receptores de las necesidades de la gente y altavoces que multipliquen el grito social de queja y de denuncia ante los atropellos de quienes abusan del poder desde el gobierno, así como herramientas fundamentales para generar soluciones que venezuela reclama.
Nuestras organizaciones políticas son asociaciones conformadas por seres humanos nacidos de la expresión de un pueblo seres humanos que en su mayoría no escapamos a la realidad que la dinamica nos exige adecuarnos al clamor del pueblo que reclama soluciones concretas a los grandes problemas del país.
Hoy cuando vemos una Venezuela desbastada por la desidia y la indolencia impuesta por quienes, desde hace veinte años ostentan el poder, el papel fundamental de los partidos debe centrarse en luchar por hacerse más fuertes y mantenerse unidos frente a cualquier atisbo de peligro al cual estamos todos sometidos, como sistema democrático, concientizados de la verdadera crisis que atraviesa el poder en venezuela, y convertirnos en vehículos de información y trabajo para encontrar soluciones a la desgraciada coyuntura politica, económica y social que nos ha tocado vivir a todos los ciudadanos de esta patria.
El debate tanto a lo interno como a lo externo debe ser constante y la participación de cada uno de sus integrantes no debe ser medida por un cargo o una posición específica, porque así como en las colonias de hormigas, cada quien debe ser garante de que el trabajo encomendado desde la posición que toca en un momento determinado, es fundamental para que el engranaje de la maquinaria siga trabajando en total sincronía y en pro de la consecución de los objetivos comunes de la nación, muy por encima de los proyectos de grupos ó personas.
Soy un defensor a ultranza de la democracia no solo como sistema político sino como forma de vida y como tal, un convencido de que las organizaciones políticas aparte de hacer vida dentro de un sistema electoral sano, cumplen un rol social esencial en la vida de los pueblos. De su fortaleza depende la del sistema y de su vida, la vida de la democracia.
Todos los que hacemos vida dentro de organizaciones políticas, tenemos un inmenso compromiso y una gran responsabilidad de cara al país. Así como nuestra lucha se debe a la gente, a ese venezolano que hoy sufre las inclemencias de una crisis sin precedentes que lo agobia y lo mantiene acorralado y casi sin salidas, nuestro trabajo por fortalecer y hacer crecer los partidos políticos debe ser constante más allá de intereses unipersonales con el fin de poder llegar al tan ansiado acuerdo nacional que el país espera para poder concretar esa luz que se debe ir haciendo cada vez más grande al final del túnel.
@freddyspaz