Los investigadores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) iniciaron su misión en Siria tras un presunto ataque con armas químicas que se habría registrado el 7 de abril en la ciudad de Duma, cerca de Damasco.
AFP
¿Qué tareas se han encomendado a los investigadores? ¿Podrán llevar a buen término su misión¿ ¿Qué impacto pueden tener sus conclusiones?
– ¿Qué es la OPAQ? –
La OPAQ, con sede en La Haya, está encargada de supervisar la aplicación de la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas. El organismo fue creado en 1997, año de entrada en vigor de esta convención destinada a erradicar las armas químicas en el mundo.
La organización ganó el Premio Nobel de la Paz en 2013 “por sus esfuerzos considerables para eliminar las armas químicas”.
Su misión de investigación fue creada en 2014 “para determinar los hechos en torno a las acusaciones de utilización de sustancias químicas tóxicas […] en Siria”.
La OPAQ llevó a cabo posteriormente los trabajos que permitieron la destrucción de las reservas de armas químicas declaradas en el país.
– ¿Qué objetivo en Siria? –
La misión de determinación de hechos llegó el sábado a Damasco para investigar las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Duma, el último bastión rebelde reconquistado por el régimen cerca de la capital siria.
Según algunos socorristas, más de 40 personas perdieron la vida en este ataque, en el que se habría usado gas cloro y otra sustancia neurotóxica parecida al gas sarín, según valoraciones adelantadas por expertos.
El régimen negó cualquier responsabilidad pero fue acusado por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, que el sábado llevaron a cabo ataques aéreos de represalia en Siria.
La misión de la OPAQ, invitada por el gobierno sirio, determinará si se utilizaron armas químicas en Duma pero no identificará a los autores.
Los investigadores de la OPAQ ya mantuvieron reuniones con responsables del gobierno de Damasco, pero no han estado todavía en Duma.
– ¿Cómo trabajan los expertos? –
Los investigadores de la OPAQ pueden recoger “muestras químicas, medioambientales y biomédicas”, entrevistar a víctimas, testigos, personal médico e incluso participar en autopsias, explica la organización.
“No hay nunca un hallazgo milagroso. En la mayoría de los casos, ninguna prueba por si sola será suficiente”, explica Ralf Trapp, consultor y miembro de una misión de determinación anterior.
“Los equipos de la ONU como el de la OPAQ se apoyan en las opiniones y el respaldo del departamento de seguridad de la ONU y sus contactos locales”, explicó Trapp.
– Obstáculos –
Durante sus investigaciones en el terreno, la misión está escoltada por autoridades sirias. El trabajo de los investigadores no se anuncia fácil en Duma, donde llegarán más de una semana después de los hechos.
La ciudad, devastada por una violenta ofensiva del régimen lanzada el 18 de febrero, fue declarada el sábado “limpia” de rebeldes por el ejército, que lanzó operaciones de desminado.
“Los investigadores buscarán también pruebas que muestren si el lugar (del ataque) fue alterado”, explica Ralf Trapp, quien subrayó la necesidad de encontrar medios para autentificar eventuales pruebas presentadas por terceros.
– ¿Qué impacto? –
Las potencias internacionales, encabezadas por Estados Unidos y Rusia, pidieron una investigación sobre el ataque de Duma. Pero no esperaron a los resultados de la OPAQ.
Los presidentes estadounidense, Donald Trump, y francés, Emmanuel Macron, afirmaron tener pruebas del uso de armas químicas antes de efectuar los bombardeos de represalia.
Rusia acusó a las potencias occidentales de apoyarse en “fabricaciones” para encontrar “un pretexto” para bombardear en Siria, asegurando que sus expertos ya habían investigado en Duma y no habían encontrado nada.
Algunos detractores de estos ataques occidentales estimaron por su parte que las potencias deberían haber esperado a las conclusiones de la OPAQ.
Tras el inicio de la misión, los investigadores presentarán un primer “informe de situación”, aunque el reporte final debería demorarse varias semanas.