Estados Unidos insinuó este sábado su disposición a entablar un diálogo directo con China sobre el intercambio comercial, al fin de las reuniones entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en las que el tema fue dominante.
La propia directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde, expresó su satisfacción sobre ese tímido avance durante la conferencia de cierre de las reuniones, al mencionar que había “un cierto progreso en dirección al diálogo”.
Poco antes, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, había admitido que analiza la posibilidad de un viaje a China, gesto que fue interpretado como un modesto primer paso hacia un arreglo que permita reducir las tensiones comerciales que preocupan a todo el mundo.
“Un viaje está en consideración. Estoy considerándolo en estos momentos. Pero no haré ningún comentario” sobre cuándo eso podría ocurrir, dijo.
El funcionario estadounidense también reveló que durante las reuniones del FMI y el BM mantuvo contactos con representantes chinos, pero aseguró que el tema de las tensiones comerciales estuvo en agenda.
Una de las reuniones bilaterales mantenidas por Mnuchin fue con el director del Banco del Pueblo chino (el banco central del gigante asiático). De acuerdo con el secretario del Tesoro, las conversaciones se centraron en recientes decisiones adoptadas por el banco y “no fueron conversaciones realmente sobre comercio”.
El agravamiento de las tensiones comerciales entre Washington y Pekín fue el tema central de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, en Washington, en medio de advertencias generalizadas sobre los riesgos de este escenario para la economía mundial.
Las preocupaciones globales ante la perspectiva de un agravamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China quedaron plasmadas este sábado en el comunicado del Comité Monetario y Financiero Internacional, que lanzó un claro alerta.
“Las crecientes vulnerabilidades financieras, el aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas, y el nivel históricamente alto de endeudamiento global amenazan las perspectivas de crecimiento”, apuntó Lesetja Kganyago, titular del Comité y ministro de Economía de Sudáfrica.
Esta retórica es claramente diferente de la utilizada hace apenas un mes durante la reunión del G20 en Argentina, cuando los discursos y documentos evitaron a cualquier costo hacer mención a “tensiones comerciales”.
– Preocupación generalizada –
Desde el inicio de las reuniones, el jueves, prácticamente todos los dirigentes que estaban al alcance de un micrófono hicieron, uno tras otro, advertencias sobre los efectos que una guerra comercial generalizada podría tener para el crecimiento de la economía a nivel mundial.
En ese cuadro, los representantes de China lograron pasar por las reuniones con su tradicional perfil discreto, aunque el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, fue fuertemente presionado.
En cambio, el G20 dejó pasar en Washington una buena oportunidad de abordar la cuestión de las tensiones comerciales, dado que Estados Unidos y China son parte del bloque y el grupo podría haber facilitado algún tipo de discusión sobre el tema.
El G20 mantuvo el viernes una esperada reunión en Washington pero no trató el tema.
“No hemos tenido ninguna discusión sobre medidas específicas de comercio”, dijo el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, tras esa reunión.
“El G20 no es el espacio para discutir medidas específicas. Eso es tarea para la OMC”, agregó.
La Organización Mundial del Comercio (OMC), en cambio, sí se refirió al tema. El director general de la entidad, el brasileño Roberto Azevedo, advirtió al mundo de las finanzas reunido en Washington que una guerra comercial tendría efecto devastador para la economía y pondría millones de “empleos en riesgo”.
– ¿Aumentará el BM su capital? –
En tanto, estas reuniones de la primavera boreal podrían finalmente ofrecer un premio al esfuerzo de varios años por parte del director del Banco Mundial, el estadounidense Jim Yong Kim, de hacer que Estados Unidos apruebe un aumento del capital.
Después de un forcejeo de dos años, el Banco finalmente presentó un proyecto negociado que prevé una reducción de los préstamos a países de alto nivel de ingresos, una categoría en la que ahora se incluye a China.
En un mensaje al Comité de Desarrollo del banco, Mnuchin elogió este sábado ese plan para “reorientar significativamente los préstamos a los clientes más pobres”, una exigencia de Washington para apoyar un aumento del capital del banco.
Mnuchin no mencionó a China en ningún momento de su mensaje pero saludó el plan del BM de adoptar un “criterio basado en los niveles de ingresos y la reintroducción de precios diferenciados”.
Esto significa, básicamente, que países considerados de altos ingresos -como China- tendrán menos disponibilidad de préstamos y pagarán tasas de interés más elevadas.
Kim busca desde hace tres años aumentar en 13.000 millones de dólares el capital de la entidad, sin mayor éxito. El último aumento de capital en el BM fue en 2010, de 5.000 millones de dólares.
EL Comité de Desarrollo (el directorio) del Banco Mundial debe votar aún este sábado ese esperado aumento de capital.
AFP