La víctima tenía 17 años cuando, acompañada por su madre, llegó a la comisaría de Les Corts, en Barcelona. Declaró durante seis horas en contra de su padre y llevó con ella una libreta donde había detallado cada una de las violaciones y vejaciones que había sufrido entre los seis y los 14 años. El pedófilo que denunciaba era su papá, el doctor Francisco de Paula Martorell.
Infobae
Cuando los Mossos d’Esquadra escucharon su testimonio quedaron estupefactos. Martorell fue por más de una década el médico de la policía. Quienes le
estaban tomando declaración a la joven habían pasado por su consultorio más de una vez.
El médico fue detenido de inmediato pero esperó el juicio en libertad. Durante ese tiempo se le fue vedada la actividad profesional en España, así que logró un puesto en un laboratorio de Angola. Antes de viajar, acudió a todas la citaciones y siempre negó los cargos.
Mientras la Justicia deliberaba, Martorell seguía su vida en Angola. Hasta que en 2014 pensó en regresar a Barcelona para las navidades. Pero en una escala le advirtieron que había sido condenado a 15 años de prisión, así que huyó. Ese era su último rastro.
Con el pedófilo fugado, comenzaron las investigaciones y todo apuntaba a que estaba escondido en Centroamérica. En el año 2016 se obtuvieron informaciones que lo situaban en Cataluña, por lo que se abrió una nueva línea de investigación, y su imagen se publicó durante unos meses en el portal EU Most Wanted.
Su imagen circuló por el mundo, era el pedófilo más buscado de España y la libreta de su hija era la prueba del horror.
Finalmente, días atrás, llegó el dato que más esperaban los Mossos d’Esquadra (el caso se volvió prioridad por su cercanía): estaba en Palafrugell, Gerona, viviendo en la casa de su hermano.
Era casi un fantasma, salía de la casa muy pocas veces y siempre tomando medidas de seguridad, tapándose la cara con gafas, barba, bufanda y gorra… Pero alguien lo vio. El doctor Francisco de Paula Martorell fue detenido el 15 de abril pasado.