La abogada y dirigente de Acción Democrática Luisana Bermúdez se refirió a las recientes declaraciones del presidente venezolano Nicolás Maduro quien señaló que de cara a su posible reelección ahora si estaría comprometido a construir una patria bonita, lo cual a juicio de la activista política es una burla más a la inteligencia del venezolano, pero especialmente una mofa a la grave crisis y vicisitudes que estamos atravesando todos como pueblo en este momento tan precario para la nación, destacó la representante de la tolda blanca.
Nota de Prensa
Bermúdez quien es experta en materia de derecho administrativo y en el área de gerencia pública apuntaló que la gestión de Nicolás Maduro solo puede ser evaluada como desastrosa, pues basta con recorrer cualquier calle de poblado o ciudad en Venezuela para darse cuenta del nivel de devastación que significa su gobierno para los ciudadanos, colas inmensas para acceder a productos alimenticios, medicinas desaparecidas de hospitales y farmacias, abuelitos durmiendo en aceras con uno o dos días de antelación para conseguir algo de efectivo o cobrar un pensión devaluada, poblaciones enteras sin luz, agua, gas, o telefonía, gente usando camiones para trasladarse como animales y en condiciones de riesgo porque el transporte público se vino al piso, bomberos, policías sin equipamiento, oficinas de registros colapsadas de tramites aunado a las renuncias masivas porque ya no es rentable vivir de un sueldo regular, universidades desiertas, inseguridad desbordada, en fin es una catástrofe general, donde nada funciona como debería, y el gobierno solo le echa más leña al fuego con cada medida que toma y se aísla más en su accionas destructivo.
Por tales razones y tantas otras más puntualizó la también profesora universitaria, Maduro de aplicársele un examen parcial saldría raspado en cada una de las materias pendientes, con el no existe patria bonita, solo hay miseria, corrupción, hambre y éxodo, por lo que su gestión es irrecuperable cuando se le revisa desde cada ámbito en el que acciono, y con el así como con todo el gobierno que le acompaña no hay esperanza de una Venezuela mejor, por lo que la única manera de cambiar esta dura realidad, es sin duda cambiando al gobierno, hacer todo lo necesario en planteamiento que venga para remover este punto oscuro de nuestra historia y empezar a recibir con otro esquema los talentos, ayudas, esfuerzos e inversiones requeridas para una nueva fase de reconstrucción del país, que claramente tiene potenciales que bajo un nuevo direccionamiento nos permitiría volver a ser la gran Venezuela que una vez fuimos, pero esta vez renovada, totalmente libre y enrumbada a la prosperidad.
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