Wálter Patricio Arizala Vernaza, el cabecilla del Frente Oliver Sinisterra de la disidencia de las FARC, conocido con el alias de “Guacho”, está contra la espada y la pared por las últimas acciones criminales cometidas. Las autoridades ecuatorianas y colombianas lo tienen a la caza, mientras que él trata de bajar la tensión por miedo a las represalias del Cártel de Sinaloa que está descontento por ponerlos en riesgo. A parte, la estructura de su organización se está dividiendo en fracciones que han salido de su poder, reseñó Infobae.
Todo comenzó con el secuestro y posterior asesinato del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra del diario El Comercio de Ecuador, por parte del grupo disidente. Desde entonces,”Guacho” fue declarado principal objetivo militar de los ejércitos de Ecuador y Colombia. Ahora, el
líder criminal pidió a los gobiernos un corredor humanitario para la entrega de los cuerpos de las tres personas y la liberación de una pareja de San Lorenzo que tienen retenida.
Según explicó Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, a Caracol Radio, la solicitud tiene dos intenciones: “Está buscando mantener el canal abierto con el gobierno ecuatoriano y solventar una crisis en la zona fronteriza”. Porque a parte de la caza de los ejércitos de ambos países con fuertes operativos, “al parecer, el cartel de Sinaloa puso precio a su cabeza porque, como se dice popularmente, calentó el parche después de todo esto”, dijo el analista político.
De hecho, recuerda el politólogo, hace dos semanas una de sus estructuras salió de su poder y creó un subgrupo llamado ‘Frente Estiven González’. El presidente colombiano Juan Manuel Santos también había advertido este lunes que las disidencias de las FARC son solo el 7%, que de acuerdo con cifras de las Fuerzas
Armadas llegan a 1.200 integrantes, aunque la mayoría son “reclutados forzosamente”.
“La fuente principal de droga, de clorhidrato de cocaína de Sinaloa en esa región sí es el Frente Oliver Sinisterra, que manda ‘Guacho’. La relación con carteles mexicanos ha sido histórica, pero la diferencia entre años anteriores y lo que pasa ahora es que Sinaloa tiene enviados directos y que hay gente comprando tierra donde se están sembrando cultivos de coca”, advirtió Ávila a la emisora radial.
Para contrarrestar la situación, Ávila sugiere mantener la ofensiva militar y evitar ese corredor humanitario que podría ser utilizado para otros fines, y que más adelante se prestaría para más chantajes. “Es un error que Lenin Moreno (presidente ecuatoriano) mantenga ese contacto. Hay que seguir con los operativos militares y que haya una ayuda de la Cruz Roja Internacional para recuperar los cuerpos de los periodistas asesinados”.