El presidente Donald Trump dejó entender en la noche del miércoles que un anuncio sobre la suerte de tres estadounidenses detenidos en Corea del Norte es inminente.
“Como todo el mundo sabe, la administración precedente demandó durante largo tiempo que tres rehenes fueran liberados de un campo de trabajo norcoreano, pero sin éxito. Estén atentos!”, escribió el mandatario en Twitter.
La noticia surge en el marco de la histórica cumbre que planea celebrar Trump con el líder norcoreano Kim Jong Un, luego de meses de tensa controversia sobre los programas nuclear y de misiles de Pyongyang. Estados Unidos exige desde hace tiempo la liberación de estos tres hombres: Kim Hak-song, Kim Sang-duk y Kim Dong-chul.
“Están en un hotel en los alrededores de Pyongyang,” dijo Choi Sung-ryong, un activista surcoreano con contactos en el Norte, a la AFP más temprano, agregando que los tres separadamente “van por turno a recibir tratamiento médico y buena comida”.
Fuentes diplomáticas en Pyongyang dijeron que hay rumores de que los tres fueron trasladados, pero que no hay confirmación sobre su situación.
Consultado sobre la posible liberación de los detenidos, el departamento de Estado se mostró prudente.
“No estamos en condiciones de confirmar la validez de esas informaciones”, dijo a la AFP un alto funcionario bajo condición de anonimato.
La Casa Blanca exhortó a que la liberación de los tres prisioneros se lleve a cabo antes del encuentro entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, una cita sobre cuya fecha y lugar aún no hay confirmación.
“Si Corea del Norte libera a los estadounidense detenidos antes de la cumbre, sería una forma de demostrar su buena voluntad”, señaló el domingo pasado a la cadena Fox News John Bolton, el nuevo consejero de seguridad nacional de Trump.
Kim Dong-chul, un pastor coreano-estadounidense, fue arrestado acusado de espionaje y condenado en 2016 a 10 años de trabajos forzados. Los otros dos hombres fueron detenidos en 2017, después de que Trump llegara al poder.
CNN había señalado que la liberación de los prisioneros también había sido considerada durante los tres días de conversaciones mantenidas en Estocolmo entre el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano Ri Yong Ho y su contraparte sueca Margot Wallstrom en marzo. Suecia representa los intereses de Washington ante Pyongyang.
– Detente –
La espectacular detente operada en los últimos meses -ejemplificada por la próxima cumbre entre Trump y Kim y la perspectiva de una desnuclearización- alimentan las esperanzas de un giro histórico en la región.
Seoul y Pyongyang continúan técnicamente en guerra desde la década de 1950 pero el presidente surcoreano Moon Jae-In y el líder del norte Kim Jong Un acordaron en una cumbre la semana pasada trabajar hacia un tratado permanente que remplace el armisticio firmado hace 65 años.
Esto dio impulso a la preparación de la reunión Trump-Kim, para la que el mandatario estadounidense sugirió varias opciones posibles.
Uno de los lugares considerados es la Zona desmilitarizada (DMZ) entre las dos Corea -donde se reunieron Kim y Moon- siendo Singapur otra de las opciones, además de Mongolia y Suiza.
“Estados Unidos nunca estuvo tan cerca de que potencialmente algo suceda respecto a la península coreana, que elimine las armas nucleares”, dijo Trump a los periodistas esta semana, expresando su confianza en la realización de la cumbre y reiterando que se retirará si no se alcanza un acuerdo a la altura de sus expectativas.
Pero más allá de los gestos y el simbolismo desplegado recientemente, muchos analistas destacan que es demasiado pronto para especular sobre los resultados de las negociaciones en curso, con un régimen que ha sido liderado con puño de hierro por la dinastía Kim durante casi 70 años.
AFP