Tiene 33 años, disputa su decimoquinta temporada en la NBA, es el jugador que más minutos pasa sobre la pista y, a pesar de todo, LeBron James, como los buenos vinos, mejora con la edad, reseñó AFP.
Mientras otros jugadores de su generación e incluso de su clase del draft se encuentran en el ocaso de sus carreras, James sigue deleitando a propios, compañeros, rivales y extraños con exhibiciones a la altura únicamente de su leyenda.
Sin ir más lejos, este jueves, firmó una actuación nunca vista en la historia de la competición con 43 puntos y 14 asistencias para lanzar a sus Cleveland Cavaliers 2-0 ante los Toronto Raptors en las semifinales de la Conferencia Este.
Los Cavs aterrizaron hace unos días en Canadá repletos de dudas luego de haber conseguido su pase “in extremis” en siete partidos ante los Indiana Pacers. Las apuestas estaban contra ellos frente al mejor equipo de su zona en temporada regular pero, desde el comienzo, el “Rey” se encargó de demostrar por qué ocupa el trono de la NBA.
El martes, Cleveland perdía por 14 tras el primer cuarto cuando LeBron, exhausto tras la primera ronda, decidió romper todos los pronósticos para llevar a los suyos al triunfo en la prórroga con un triple-doble de 26 tantos, 13 pases decisivos y 11 capturas en 46 minutos.
Con esa actuación, James se consolidaba en la segunda posición entre los jugadores con más triples-dobles en postemporada, con 21, solo por detrás de los 30 del legendario “Magic” Johnson y por delante de los 11 de Jason Kidd, que cierra el podio.
Pero el jueves hizo la más difícil todavía con 43 puntos, 14 asistencias y ocho rebotes, con un 67,9% de acierto en el tiro (19/28) y una única pérdida. Era su decimosexto encuentro con más de 30 tantos y 10 asistencias, rompiendo otro récord de Michael Jordan.
Despliegues así han hecho que cada vez sean más las voces que lo sitúen a su altura en el Olimpo de los más grandes de la historia.
Mejora con los años
En los nueve partidos de playoffs que ha disputado esta temporada, James presenta promedios de 34,4 puntos, 9,9 capturas y nueve asistencias por choque en casi 42 minutos por contienda.
En términos de anotación, está firmando sus mejores playoffs desde 2009, cuando tenía apenas 24 años (35,3 puntos). Es su mejor registro en pases y el segundo en rebotes (11,4 en 2015).
La historia de la competición demuestra que, a esa edad, los deportistas ya han comenzado una marcada cuesta abajo pero, en el caso de LeBron, parece todo lo contrario.
El alero de los Cavs fue drafteado en la primera posición en 2003, pero sus compañeros de clase ocupan hoy en día roles muy diferentes al suyo.
Por ejemplo, Carmelo Anthony, elegido en el tercer lugar, se quedó en 11,8 puntos y 5,7 rebotes en la decepcionante postemporada de sus Oklahoma City Thunder, eliminados en primera ronda por Utah Jazz; y tras haber firmado su peor temporada como profesional, su futuro en la liga es incierto.
Chris Bosh, cuarto en ese draft, está fuera de la NBA por problemas de salud mientras Dwyane Wade, quinto, baraja estos días la posibilidad de retirarse luego de haber sido suplente en los Cavs y los Heat durante esta campaña.
LeBron, ganador de tres anillos y presente en ocho finales consecutivas, acaba contrato en unas semanas y toda la liga se pregunta dónde terminará su carrera. Los Ángeles, Houston, Philadelphia y Cleveland suenan como sus destinos más posibles. Mientras, él continúa centrado en disputar su novena final cuando nadie contaba con unos Cavaliers que perdieron a Kyrie Irving en verano (boreal) y donde la irregularidad ha sido su principal seña de identidad estos meses.
Pero con James en el equipo da igual. Ha demostrado que es garantía de éxitos, que se basta y se sobra para aniquilar rivales. Aunque eso suponga derribar el muro último, el de la edad.