Tras semanas de incógnitas sobre la fecha y el lugar convenido para el encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un, las dudas se disiparon hoy y será finalmente Singapur el país, el 12 de junio, que acoja la histórica cita, pero, ¿por qué esa elección?
Durante las negociaciones para cerrar los detalles del encuentro, el presidente estadounidense sugirió otras posibles ubicaciones, como la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, donde Kim se reunió el mes pasado con su homólogo surcoreano, Moon Jae-in.
Sin embargo, finalmente se han decantado por Singapur, una pequeña isla de 5,6 millones de habitantes con una de las economías más avanzadas de la región.
“Las informaciones sugieren que la Casa Blanca descartó la zona desmilitarizada porque los funcionarios de EEUU estaban recelosos de elegir un lugar que destacara el papel fundamental de Corea del Sur en el proceso”, explicó a Efe Mintaro Oba, exfuncionario del Departamento de Estado especializado en las dos Coreas.
Para Oba, otra razón para el descarte de la zona desmilitarizada como punto de encuentro “podría ser la óptica: si la cumbre Trump-Kim tiene lugar en la misma ubicación que la cumbre intercoreana, es inevitable que se comparen ambas”.
Scott Snyder, experto del centro de estudios Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, en inglés), dice que el hecho de que los tres estadounidenses presos en Corea del Norte ya hayan sido liberados restó interés a las autoridades estadounidenses para escoger la zona desmilitarizada (DMZ, en inglés) como punto de encuentro.
“La infraestructura de seguridad era sólida, pero una vez que se resolvió la cuestión de los detenidos estadounidenses, creo que la óptica de una cumbre en la DMZ puede haber parecido menos atractiva”, consideró Snyder en declaraciones a Efe.
Con altos parámetros para la seguridad de ambas legaciones y un gran desarrollo logístico y de infraestructuras, Singapur se ha erigido como el escenario escogido, un país que además está a una distancia alcanzable para los viejos aviones norcoreanos, que tienen limitaciones en su capacidad de vuelo.
Además, Singapur mantiene relaciones tanto con Washington como con Pyongyang, albergando embajadas de ambos países, y cuenta con una larga y reputada historia diplomática.
“Es un hecho la larga historia de hábil diplomacia de Singapur en un vecindario difícil, que puede ser aceptable tanto para Estados Unidos como para Corea del Norte”, consideró Oba.
A pesar de muchas presiones en la región, explica el experto, Singapur ha logrado mantener relaciones constructivas con muchos de sus vecinos, e incluso ha sabido equilibrar el trato con Pyongyang y Washington pese a las exigencias de EEUU por aumentar las restricciones.
Según indica Snyder, Corea del Norte tiene una relación comercial y de intercambio económico “comparativamente saludable” con Singapur y un historial “silencioso” resolviendo problemas comerciales que no han sido politizados.
Singapur, aunque es considerado un territorio neutral, también es un puerto común para los buques de guerra estadounidenses, y la Armada de EEUU opera y cuenta con una base logística en la isla.
El país asiático también ha sido el lugar elegido de otras cumbres de alto perfil, como la acontecida en 2015 entre el presidente chino, Xi Jinping, y el entonces presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, la primera reunión entre los líderes de esos dos países en siete décadas.
“Singapur es un lugar ideal para esta cumbre”, aseguró al diario The Washington Post David Adelman, abogado y exembajador de Estados Unidos en ese país entre 2010 y 2013 bajo la Presidencia de Barack Obama.
“Realmente desde su fundación -insistió-, Singapur ha cultivado cuidadosamente la reputación de ser el lugar donde Oriente se encuentra con Occidente”.
EFE