El santuario portugués de Fátima, que el año pasado recibió la visita del papa Francisco, espera este 13 de mayo la llegada de decenas de miles de personas para conmemorar el 101 aniversario de las apariciones de la Virgen en esa localidad del centro del país.
Según los datos del santuario, este año cerca de 35.000 personas (25.000 procedentes del norte y 10.000 del sur de Portugal) llegarán a su destino mañana, 13 de mayo, para conmemorar el conocido como “milagro del sol” de 1917.
Las crónicas de la época cuentan que el 13 de octubre de hace 101 años una multitud vio cómo el sol se movía, una suerte de milagro sobre el que habían advertido los tres pastorcillos que aseguraron haber visto a la Virgen varias veces desde ese día: Lúcia, Jacinta y Francisco.
La tradicional llegada de peregrinos a Fátima está siendo apoyada este año por cerca de 1.700 personas entre médicos, enfermeros y voluntarios que prestan todo tipo de apoyo a los caminantes.
Además, hay 12 equipos itinerantes de ayuda en 72 puestos de apoyo repartidos por todos los caminos.
Al llegar a Fátima, los peregrinos podrán disfrutar de los eventos conmemorativos del 13 de mayo, que en esta edición incluyen una actuación del tenor italiano Andrea Bocelli.
El concierto estará compuesto de un total de once temas, entre los que destaca “Ave de Fátima”, para el que Bocelli contará con la colaboración de la portuguesa Ana Moura, una de las fadistas más reconocidas en la actualidad.
Además, junto al tenor estarán la francesa Elisabeth Sombart al piano, la ucraniana Anastasyia Petryshak al violín y Carlo Bernini en la dirección.
Con todo, no se espera que la edición de este año sea tan multitudinaria como la de 2017, cuando se conmemoró el centenario de las apariciones con una visita de dos días del papa Francisco.
Fue entonces, el 13 de mayo de 2017, cuando Francisco canonizó a los hermanos Jacinta y Francisco Marto, los primeros niños no considerados mártires declarados santos.
Según los datos del propio santuario, en 2017 recibió 9,4 millones de visitantes, una cifra que se acerca a los diez millones anuales que recibe el Vaticano. EFE