Las apariciones de la Virgen de Fátima son famosas por el “secreto” –dividido en tres partes– que fue transmitido a la humanidad.
De estas partes la más famosa es la tercera, conocida comúnmente como el “tercer secreto” y que se mantuvo de manera confidencial en el Vaticano hasta el año 2000, cuando San Juan Pablo II decidió hacerlo público al mundo entero.
Aquí presentamos 8 claves para comprender este “tercer secreto”.
1. ¿Cuál es la tercera parte del secreto o “tercer secreto”?
Esto es lo que Sor Lucía escribió:
“Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron uno tras otro los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.
2. ¿A qué se refiere el secreto?
En una carta del 12 mayo de 1982 dirigida a San Juan Pablo II, Sor Lucía escribió:
“La tercera parte del secreto se refiere a las palabras de la Virgen [en la segunda parte del secreto]: ‘Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas’”.
En términos generales, la tercera parte del secreto se refiere al conflicto del siglo XX entre la Iglesia y la Rusia comunista.
3. ¿Qué simboliza el ángel con la espada de fuego?
El ángel con la espada de fuego representa el juicio que caería sobre el mundo si no fuera por la intercesión de María (que irradia la luz que detiene la espada de fuego).
Durante muchos años se rumoreó que la tercera parte del secreto implicaba la posibilidad de una guerra nuclear. Si hay algo en el texto que sugiere esto, es el fuego de la espada que Sor Lucía describió como algo que “dejaría el mundo en llamas”.
En la Escritura, el fuego puede ser una imagen del juicio o de conflicto en general. En su comentario sobre la espada de fuego sostenida por el ángel, el Cardenal Ratzinger parece aludir a una guerra nuclear:
“La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego”. (Comentario Teológico)
Durante la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María en 1984, la segunda de las peticiones del San Juan Pablo II fue:
“De la incalculable autodestrucción, de todo tipo de guerra, líbranos”. (Cardenal Angelo Sodano)
4. ¿Qué representa el obispo vestido de blanco y su viaje?
El tercer secreto revela que los videntes, luego de ver una inmensa luz proveniente de Dios, tuvieron “el presentimiento de ver al Papa”. Además, el Santo Padre junto a otras personas subió a una montaña empinada “en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos”.
Las montañas son lugares tradicionales donde el hombre se encuentra con Dios, la difícil escalada de una montaña sugiere la perseverancia necesaria para seguir a Dios. La robustez de la cruz representada en la visión evoca la dureza de los sufrimientos de Cristo y quienes los comparten.
El viaje del Papa y sus acompañantes “a través de la ciudad en ruinas” sugiere que la Iglesia deberá atravesar la destrucción que acompaña a la guerra y que evoca el sufrimiento del Pontífice al ser incapaz de detenerla. Esto refleja la experiencia de muchos Papas del siglo XX.
5. ¿Qué significa la aparente muerte del obispo vestido de blanco?
Esto parece referirse al intento de asesinato de San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición de la Virgen de Fátima.
Esto demuestra que él, al igual que muchos otros miembros de la Iglesia, debe enfrentar a la posibilidad del martirio durante el conflicto entre la Iglesia y el comunismo ruso.
Los críticos de la interpretación dada por la Santa Sede apuntan al hecho de que San Juan Pablo II no murió. Para esto, hay un par de respuestas:
(1) Si en la visión Lucía vio que le dispararon al Papa y cayó al suelo, ella pudo haber pensado que fue asesinado, aun si en realidad solo estaba herido gravemente.
(2) La intercesión de María cambió lo que pudo haber sucedido. Después de leer el tercer secreto, San Juan Pablo II atribuyó su supervivencia a María. El entonces Cardenal Ratzinger comentó al respecto lo siguiente:
“Que una ‘mano materna’ haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones”.
6) ¿Qué quiere decir que los ángeles carguen una jarra de cristal en la mano?
Los ángeles que “recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios” son un poderoso símbolo de la salvación y enseñan la importancia de su sangre. Ellos completan en favor del Cuerpo de Cristo lo que aún falta a sus sufrimientos (Col 1,24).
El Cardenal Ratzinger señaló:
“La visión de la tercera parte del ‘secreto’, tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con un imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre”.
7) ¿El Vaticano ya ha revelado todo el secreto?
A pesar de que algunos digan lo contrario, el Vaticano ha revelado todo el secreto. En su comentario teológico, Benedicto XVI lo señala dos veces:
(1) “Quien lee con atención el texto del llamado tercer ‘secreto’ de Fátima, que tras largo tiempo, por voluntad del Santo Padre, viene publicado aquí en su integridad, tal vez quedará desilusionado o asombrado después de todas las especulaciones que se han hecho. No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo del futuro. Vemos a la Iglesia de los mártires del siglo apenas transcurrido representada mediante una escena descrita con un lenguaje simbólico difícil de descifrar”.
(2) “Llegamos así, finalmente, a la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima publicado íntegramente aquí por primera vez”.
8) ¿Existen otras interpretaciones posibles del “tercer secreto”?
Dado que la Santa Sede no ha definido infaliblemente la materia, son posibles otras interpretaciones. Pero esto no quiere decir que otras interpretaciones sean racionales, sobre todo si se apartan de las líneas principales de la interpretación dada por la Santa Sede.
Sor Lucía misma indicó que estaba de acuerdo con la interpretación ofrecida por el Vaticano:
Sor Lucía estuvo de acuerdo en la interpretación según la cual la tercera parte del secreto consiste en una visión profética comparable a las de la historia sagrada. Reiteró su convicción de que la visión de Fátima se refiere sobre todo a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de las víctimas de la fe en el siglo XX. (Cardenal Tarcisio Bertone)