Es necesario seguir insistiendo en denunciar la farsa electoral del 20M, es demasiado importante lo que está en juego, el futuro en libertad de todos los venezolanos, es necesario que se entienda que el régimen se dispone a ejecutar la trampa más descara en toda la historia electoral de estos casi 20 años de socialismo en el siglo xxi.
Aquí no se trata de llamar a la abstención, de deslegitimar las elecciones y mucho menos el voto. Quienes llaman desde los partidos políticos, el Frente Amplio (FA), la Iglesia, las asociaciones empresariales y gremiales, las Universidades Autónomas, los sindicatos y todas las organizaciones que integran la sociedad civil en perfecta alineación con la posición de la Comunidad Internacional Democrática, que es condenatoria de manera abierta contundente y pugnaz del autoritarismo del gobierno de Nicolás Maduro, es a unas verdaderas elecciones donde se garantice el derecho a elegir.
Con la anterior alineación de fuerzas no se puede ir de comparsa en unas elecciones convocadas por un organismo ilegitimo, en franca violación de la Constitución y las leyes electorales y además aderezadas con una serie de dispositivos extra-electorales que acentúan la violación de los derechos electorales y de su efecto consecuente como es el derecho a elegir. El oficialismo activo todos los efectos especiales habidos y por haber para intimidar al votante inscrito en el sistema del carnet de la patria o en las listas CLAP, además, de la operación salami, el carrusel, el ratón loco y un largo etcétera, que convierte al voto en una burla trágica para una población transida por un cambio que le permita comer cuidar de sí mismo con un sistema de salud confiable.
Los que participan en este sainete electoral avalando a Maduro, quieren hacernos creer que lo hacen en eglógica actitud de buscar una salida al país en virtud de que la oposición pura y dura en terca actitud no quiere participar. Pero, estas afirmaciones son abiertamente y perversamente manipuladoras. No participan porque sus partidos están inhabilitados así como algunos de sus más conspicuos dirigentes y otros perseguidos o exiliados. Pero, además, en obediencia al percal del asunto que es la falta de condiciones electorales que no permiten un punto de incertidumbre, en virtud de un sistema electrónico de votación que perdió su neutralidad instrumental, con lo que la presidencia le será asignada a Nicolás con unos votos que están contados de antemano.
Lo más lamentable de la participación de H. Falcón, es que él y quienes le acompañan saben que no tienen ninguna posibilidad de ganar estas elecciones y se empeñan en darle la espalda al país en su momento de mayor oscuridad, insiste con estulticia inaudita en acompañar un régimen que significa hambre, desposesión de los cuidados médicos, retroceso cultural y el hundimiento del país en tiempos de tinieblas. Algunos de ellos han escrito que es falso el argumento de que su participación legitima a Maduro, y es verdad, nosotros lo creemos, pero, esto no deshace el hecho del engaño que la comparsa de Falcón le hace al país haciéndolos pensar que están en oposición al madurismo y que ellos pudieran representar una opción. Ahí está el fiat de la actitud premeditadamente engañosa de este grupo, y de esa manera no lo deslegitiman pero se hacen cómplices. Le ofrecen argumentos para maniobrar frente a la comunidad internacional que no participa de la democracia como valor y le abre una rendija al madurismo para el ardid protervo y para seguir operando con otros estados que comparten su irrespeto a los DD.HH., Derechos Ciudadanos y la libertad.
Si queremos recuperar la democracia tenemos que seguir contribuyendo al esfuerzo unitario que realiza el FA, los partido, la Iglesia, la Comunidad Internacional como el único camino hacia la libertad, la República y la vida civilizada.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog