El presidente argentino, Mauricio Macri, afirmó este martes que el país austral está “lejos” de sufrir una crisis como las que atravesó en el pasado aunque entiende la “angustia” de los ciudadanos después de la fuerte caída del peso y de haber comenzado a negociar un crédito con el FMI.
“Sé que estos días despertaron angustia y preocupación, de que situaciones como las que vivimos puedan generar una crisis mayor; lo entiendo, lo entendemos, pero estamos lejos de eso: no hay una situación comparable a otras crisis”, recalcó Macri en un mensaje televisado.
Las palabras del jefe de Gobierno son sus primeras en público después del anuncio de solicitud del crédito hace justo una semana, aunque las declaraciones de miembros de su Gabinete, encabezado por Marcos Peña, fueron en el mismo sentido en los días previos.
Macri consideró que el ejecutivo y la población están “en condiciones de superar juntos” la situación actual y que el mundo “está acompañando” a Argentina “y lo va a seguir haciendo”.
En las últimas semanas, el peso argentino se depreció con fuerza frente al dólar -hoy cerró a 24,50 pesos, con una ligera mejora-, ante lo cual el Gobierno elevó las tasas de interés al 40 % para después pedir la ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Respecto a la inflación, este martes se conoció que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Argentina subió en abril pasado un 2,7 % respecto al mes anterior y acumula un incremento del 9,6 % en lo que va de año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Para el presidente, Argentina incorporó ya “las enseñanzas de nuestra historia” en materia de crisis económicas, como la sufrida en los noventa que condujo al ‘corralito’ de 2001.
“Estamos preparados para prevenirlas”, dijo, al tiempo que destacó que la “gran crisis” la evitaron cuando llegaron al Gobierno, y sin hacer referencia explícita a ejecutivos kirchneristas repitió el mensaje de que Argentina “viene de décadas de irresponsabilidad”.
Macri se reunió ayer con senadores opositores para conversar y buscar consensos sobre la situación actual del país austral, aunque el kirchnerismo no estuvo presente en el encuentro.
“Tenemos la decisión firme de seguir convocando a todos aunque pensemos distinto para conseguir acuerdos. (…) La Argentina no se divide entre Cambiemos y peronismo, se divide entre los que queremos construir futuro y los que quieren destruir futuro”, subrayó.
EFE