La revuelta que iniciaron el miércoles un grupo de los considerados “presos políticos” venezolanos se dio hoy por concluida sin que hasta ahora se hayan concretado varias de las exigencias de los reclusos, que denuncian al Ejecutivo por supuestos malos tratos.
EFE
El exdirigente estudiantil Villca Fernández, uno de los privados de libertad que participó en la protesta que se desarrolló dentro de los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en el oeste de Caracas, aseguró hoy que las autoridades habían retomado el control del sitio.
“Las instalaciones ya están bajo el control de los funcionarios del Sebin (…) la Fiscalía de derechos fundamentales evalúa el estatus de cada detenido (y se ordenó) una evaluación médica forense para cada detenido”, dice Fernández en una declaración difundida hoy por medios locales.
Destacó que los políticos que participaron en la protesta gozan actualmente de buen estado de salud y están “seguros a pesar de continuar secuestrados”, y que les están respetando los derechos “medianamente”.
El opositor subrayó que seguirán “exigiendo la libertad de todos los presos políticos y que se garanticen los derechos humanos de todos”.
Fernández ponderó como un logro el anuncio que hiciera ayer el fiscal general, Tarek Saab, de que se trasladarían desde el Sebin a 68 presos comunes y se liberaría a cuatro menores de edad.
Sin embargo, el abogado Alfredo Romero, director del Foro Penal, dijo luego que estas excarcelaciones no se han producido y que los familiares de los menores están a las puertas del Sebin esperando información.
El jurista denunció el caso de Juan Pedro Lares, un colombiano-venezolano que lleva “nueve meses secuestrado sin orden judicial” en esos calabozos, por lo que se le considera “un desaparecido en términos técnicos” que merece, dijo, la atención de la comunidad internacional.
Romero, que preside una organización que defiende a políticos encarcelados en Venezuela dijo tener información sobre “requisas y golpizas” que ocurrieron en horas de la madrugada en el interior de dos cárceles militares.
La protesta en el interior del Sebin fue seguida en Venezuela y otros países a través de las redes sociales, donde los internos publicaron varios vídeos para denunciar presuntos malos tratos por parte de agentes.
En las redes sociales circuló también una lista de 16 personas que supuestamente se encuentran en el Sebin y que tendrían boletas de excarcelación que, según organizaciones de derechos humanos, no han sido acatadas por las autoridades.
El fiscal general dijo anoche que los presos “jugaron mucho con eso a nivel de los vídeos y generaron un escándalo mundial”, algo que consideró como un “laboratorio de propaganda previo a las elecciones” presidenciales de este domingo, señaladas de fraudulentas por la oposición local y por numerosos gobiernos.
Saab aseguró que dentro del Sebin se originó un motín entre presos comunes y que uno de ellos fue quien golpeó a Gregory Sanabria, uno de los considerados presos políticos cuyo rostro aporreado dio la vuelta al mundo esta semana.
Insistió en que decenas de presos fueron trasladados ayer a tribunales, sin especificar más detalles, y consideró que la Fiscalía salió “super bien” de este hecho en el que los reos “jugaron a que ocurriera un hecho de sangre”.
Entre los reclusos también figura el ciudadano estadounidense Joshua Holt, que se trasladó a Venezuela a mediados de 2016 para casarse con una venezolana a la que había conocido por internet.
La Embajada de EE.UU. en Venezuela ha manifestado su preocupación por los sucedido y el encargado de negocios, Todd Robinson, acudió a la sede de la Cancillería en el país para pedir información sin tener éxito.
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