El 28 de marzo se registró un incendio en la Comandancia General de la Policía de Carabobo ubicada en la calle Navas Spinola, de Valencia, dejó como saldo 69 personas muertas, 67 reos y 2 mujeres que visitaban a los reclusos.
Nota de Prensa
Dos meses han transcurrido de dicha masacre y los entes Gubernamentales no han dado una respuesta contundente a las causas que originaron el incendio. A través de una nota de prensa del Ministerio Público indican que el fuego se originó “durante un supuesto motín que protagonizaron los privados de libertad, en protesta a una requisa organizada por los funcionarios policiales desde tempranas horas de la mañana”
Por los hechos acaecidos fueron acusados el subdirector de la Policía del estado Carabobo comisionado José Luis Rodríguez Ramírez (49) por homicidio calificado por medio de incendio en grado de complicidad, a cuatro policías como coautores del delito y a tres de ellos por corrupción propia, debido a que cobraban a los privados de libertad para permitir la pernocta de personas en el recinto.
Desde el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) se rechaza que el Ministerio Público maneja las causas bajo la palabra “supuesto”, sobre todo cuando se presentó una acusación formal, se deben hablar de hechos ciertos y reales.
Humberto Prado, director del Observatorio Nacional de Prisiones (OVP) manifiesta que esperan las condenas para los responsables luego de un proceso debido y la reparación integral a las víctimas y sus familiares, señala que los cinco policías acusados no son los únicos responsables de estos hechos, “también existe responsabilidad en autoridades superiores que deben ser investigadas y procesadas”.
Recuerda Prado que para el momento en los calabozos existía una población penal de 180 privados de libertad y la capacidad era para 30, presentando en el momento el 600 % de hacinamiento. Aclara que no son traslado a penales porque desde el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no se dan los cupos.
Asegura que, desde el primer momento del hecho, las causas del incendio no están claras, pues según relatos de familiares y sobrevivientes indicaban que además de que los funcionarios policiales los encerraron cuando comenzó el fuego y no prestaron el referido auxilio, serían los causantes de rosear la gasolina para que se originara el mismo, “esos son hechos que deben ser investigados”
Así mismo en el momento el OVP exigió que las autopsias de los reos, las cuales fueron realizadas en condiciones infrahumanas fueran repetidas. Humberto Prado explica que era necesario descartar dudas, mismas que hoy siguen presentes, porque esas autopsias no fueron realizadas nuevamente; recordó el caso de la masacre del Internado Judicial de Ciudad Bolivar, mejor conocido como “Vista Hermosa”, en el que los protocolos de autopsia señalaban una causa, pero al repetir los procedimientos se reveló que los cadáveres presentaban tiros descendentes en la cabeza. “Cuando hay todo ese tipo de hechos, los únicos testigos son los policías y los presos que sobrevivieron”, dijo.
Los protocolos de autopsia entregados a los familiares en el caso de PoliCarabobo indicaban que los reos murieron por asfixia mecánica y sofocación, aun cuando los propios dolientes indicaron que algunos de sus seres queridos presentaban orificios por los pasos de proyectiles provenientes de armas de fuego.
Prado crítica que autoridades venezolanas se pronunciaron ante estos hechos dos días después de lo sucedido, cuando debió hacerse de forma inmediata, también se denuncia que los familiares no fueron atendidos de forma adecuada, porque fueron reprimidos el mismo día de los hechos irregulares en los calabozos, cuando tan solo querían obtener algún tipo de información.
Son muchas irregularidades que existieron durante el procedimiento y que desde el OVP se insta a que continúen las investigaciones sobre el caso y reitera el director de OVP que cinco PoliCarabobo no son los únicos responsables de la muerte de 69 personas.