Nicaragua intentará revivir el diálogo en busca de una salida a la grave crisis que vive por la ola de protestas que dejan 134 muertos, en una reunión que el presidente Daniel Ortega sostendrá este jueves con los obispos católicos que median las conversaciones con la oposición.
AFP
La cita, programada para horas de la tarde, fue solicitada por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y aceptada por Ortega, quien enfrenta desde el 18 de abril fuertes manifestaciones, acompañadas con bloqueos de vías.
Este jueves, el saldo de muertos en las protestas subió a 134, indicó a la AFP la directora ejecutiva del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Marlin Sierra.
El balance incluye a cuatro jóvenes que fallecieron la noche del miércoles tras ser atacados por fuerzas de choque del gobierno en los municipios de Chinandega (noroeste) y Nueva Guinea (norte).
La Conferencia Episcopal había anunciado el 31 de mayo que no reanudaría el diálogo entre el gobierno y la oposición, representada en una alianza de estudiantes, empresarios y sociedad civil, mientras no cesara la represión contra los manifestantes.
La iglesia tomó la decisión luego de que una multitudinaria marcha opositora fuera atacada el día antes por la policía y fuerzas de choque, causando 16 muertos.
Expectativas por reunión
Aunque la represión y las protestas continúan, los obispos intentarán reactivar la búsqueda de una solución pacífica a la crisis, que se agravó esta semana con los cierres de vías y barricadas que los manifestantes construyen para defenderse de los ataques de la policía y las “turbas”.
“Todos queremos la paz, queremos el diálogo, queremos trabajar juntos y escucharnos, discutir todos los temas porque para todo hay solución”, había dicho el lunes la vicepresidenta Rosario Murillo.
Existe la esperanza de que en la reunión Ortega se comprometa a cesar la violencia y acepte reanudar el diálogo para discutir la democratización del país, dijo a la AFP el exdiplomático Carlos Tünnermann, quien representa a la sociedad civil en el diálogo nacional.
El tema de la democratización busca adelantar las elecciones del 2021 para anticipar la salida de Ortega, en el poder desde hace 11 años, y renovar el tribunal electoral, actualmente en manos del oficialismo.
“Tenemos confianza de que (los obispos) puedan convencer a Ortega a tener una actitud mucho más abierta” al reanudar el diálogo, dijo a la AFP Yaritza, dirigente de los estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma (UNAN).
Tünnermann no descarta que el mandatario intente cambiar a los representantes de la oposición en el diálogo “con el pretexto de que somos unos obcecados, empecinados en que se discuta el recorte de su período presidencial”.
Más presión diplomática
Pese al llamado a la paz del gobierno, la represión contra las manifestaciones continúa, por lo que Estados Unidos se sumó este jueves a las condenas contra Ortega de la comunidad internacional.
El Departamento de Estado impuso restricciones para recibir visas a oficiales de Policía y funcionarios municipales, entre otros, a quienes considera responsables de abusos contra los derechos humanos o la democracia durante las protestas.
“La violencia política por parte de la policía y de matones progubernamentales contra el pueblo de Nicaragua, en particular contra estudiantes universitarios, muestra una flagrante falta de respeto por los derechos humanos y es inaceptable”, expresó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nahuert, en un comunicado.
El miércoles, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció más violencia y nuevos tipos de represión en las protestas contra Ortega; y un día antes la OEA aprobó una declaración “en apoyo del pueblo de Nicaragua”, en la cual insta al gobierno y a los miembros de la sociedad a dialogar de manera constructiva y detener la violencia.
Continúan los bloqueos
Los opositores mantienen bloqueadas numerosas rutas, principalmente al sur de la capital, con el propósito de proteger a la ciudad de Masaya, blanco de saqueos, incendios y ataques de policías y fuerzas de choque desde que estallaron las protestas.
Los cierres de rutas también buscan dificultar el paso a la turística ciudad de Granada, un centro histórico, donde el martes se registraron choques que dejaron al menos un muerto.
Según el gobierno, los incendios afectaron no solo edificios públicos y casas del partido oficialista, sino también a varios comercios.
Las protestas son encabezadas por jóvenes que defienden sus ciudades con piedras, morteros caseros y que son repelidos con balas por las fuerzas antimotines y grupos de choque del gobierno.
“Es injusto lo que está haciendo Daniel Ortega (…) está matando a su propio pueblo”, dijo Zeneyda del Rosario Cuesta, madre de un muchacho de 17 años que fue asesinado el domingo por una ráfaga de disparos, que la familia afirma vinieron de la estación de policía.