La destrucción que el saqueo socialista ha infligido a Venezuela no tiene precedentes. De ser uno de los países más ricos del continente pasamos a ser el más pobre.
La destrucción económica ha sido tan intensa, que en los últimos cuatro años se han evaporado dos generaciones de trabajo, ahorros, iniciativas e inversiones. El daño cultural es atroz. El social inmenso: Exportamos capital social, centenas de miles de venezolanos de primera que buscan refugio en otros países ante la miseria que trajo el socialismo a esta tierra.
¿Es recuperable Venezuela?
Hace años, le oí a un profesor en un postgrado que hice en Georgetown University, un cuento que me quedó grabado para siempre. El profesor de marketing relataba el caso de dos vendedores de una firma de zapatos deportivos, que habían sido enviados a la zona rural de un país africano, a explorar. A su regreso ambos escribieron a la gerencia un memo corto.
Unos de ellos escribió:
– Nada que hacer. Allá nadie usa zapatos.
El otro escribió:
– Magnífico, a prepararnos. Allá nadie usa zapatos.
Cuando me preguntan sobre la situación nacional contesto con un símil: Maduro y su régimen está como aquel segmento de Sábado Sensacional, cuando un hombre se abrazaba a un “palo ensebao“: Por más que se aferre viene palo abajo.
Falta menos, no lo dudo.
Me anoto en la lógica del segundo vendedor. Me preparo para la refundación de la República y su recuperación económica, que será el nuevo y fascinante milagro que registre la humanidad.
Ahí estaremos. Venezuela será lo que el saqueo socialista le robó: Tierra de Gracia por el esfuerzo y el trabajo de millones de nosotros.
Caminaremos calzados.
David Morán Bohórquez es ingeniero industrial venezolano @morandavid