Aproximadamente 18 muertos y un número no determinado de heridos dejó la activación de una bomba lacrimógena, del tipo trifásica, en el interior del Club de los Ecuatorianos ubicado en la calle Miranda, con avenida Páez de El Paraíso, bajando hacia la autopista Francisco Fajardo.
En el local, que consta de tres niveles, conocido popularmente como “Club de los Cotorros”, se concentraban más de 500 personas, en su mayoría jóvenes, entre 15 y 20 años, en una fiesta de pregrado.
El ministro del Interior, general Néstor Luis Reverol, informó que al suscitarse una riña, alguien activó el artefacto, provocando la estampida de los asistentes. El funcionario público confirmó 17 fallecidos y agregó que hay siete detenidos, entre ellos el adolescente que manipuló el artefacto y la encargada del establecimiento por haber violado normas que regulan el ingreso de armas.
Las pocas evidencias de la tragedia se observaban en la calle anegada de agua y llena de basura y arbustos. Podían verse zapatos, bolsos, fotografías, cosméticos, y otros objetos que cayeron durante la carrera.
Un familiar comentó que en el local se originó una pelea, sacaron a relucir cuchillos, y en medio de la trifulca arrojaron el artefacto que inundó con sus gases químicos todo el ambiente.
Algunos jóvenes corrieron a refugiarse en los baños, pero quedaron atrapados, porque se bloqueó la puerta de metal y los de afuera tampoco podían entrar.
Las víctimas murieron por asfixia y presentaron traumatismos debido al tropel que se originó por la estampida, tratando de salir por las estrechas escalinatas.
Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana colaboraron en el traslado de los jóvenes a los centros de salud más cercanos, como el hospital Pérez Carreño, clínica Loira y Clínica Popular El Paraíso.
Entre los fallecidos se mencionaban: Luis Eduardo Barrios Acevedo (46), Jorhgen Alexander Castro (19), Adrián Alejandro Blanco (16), Luis Roniel Guerra Alfonzo (19) y Marcos Javier Altuve Valenzuela (18).
Familiares de Drismary Farías (18), llegaron a El Paraiso. Dijeron que ella salió de su casa a las 9:30 de la noche del viernes y dijo que iba para el club. La buscaron en el Pérez Carreño, fueron a la morgue, y continuaron recorriendo otros centros de salud tratando de hallarla.
En el Pérez Carreño estaban los familiares de Luis Roniel Guerra, de 20 años, quien falleció en el suceso. Su hermano Gregory Guerra, de 17 años, permanece hospitalizado. El adolescente vive en Carapita, estudia 4º año de bachillerato, sufrió traumatismos, pero no ha logrado contar lo sucedido porque está en shock.
Luis Guerra era técnico en computación y laboraba en una empresa del ramo.
Familiares de Keiner Tovar, universitaria, de 21 años, la reconocieron en la morgue. Sus familiares estaban devastados.
Cristian Bosé, de 18 años, estaba recluido en el hospital Pérez Carreño, con traumatismos.
A los fallecidos les practicaron pruebas toxicológicas y otros estudios, para determinar las causas del deceso, aunque evidenciaban síntomas de asfixia por inhalación de gases tóxicos provenientes del artefacto.
Con informació del el-carabobeno.com