Una de las selecciones potencialmente grandes de la Copa del Mundo que ha dejado grandes impresiones desde el arranque del certamen ha sido Bélgica. Los pupilos del español Roberto Martínez probaron ante el mundo del fútbol que son fuertes aspirantes a llevarse el trofeo tras una suprema paliza de 5-2 a una humilde Túnez que, no pudo contener el talento colectivo de los “Diablos Rojos“.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
La urgencia de resultados siempre regala espacios en defensa, pero sobre todo, buenos enfrentamientos. Los belgas y tunesinos tenían un mismo propósito, pero con diferentes tipos de apuro, por un lado, los de Hazard necesitaban un triunfo para pasar de ronda cómodos, mientras que los orientales, buscaban la victoria para permanecer vivos en la máxima competición futbolística de naciones en el planeta.
Aunque ambos tengan como prioridad el pasaje a octavos, gana el más fuerte, y en este cotejo Bélgica fue una aplanadora.
Los europeos se mostraron bastante serios desde el “vamos“, y así como el aire pasa entre las manos, las ofensivas belgas se proyectaban libremente sobre la defensa tunesina, fueron letales.
En el 2′ comenzaba el huracán amarillo con una pena máxima bien cobrada por el principal y que Eden Hazard se encargó de convertir con un remate elegante al palo izquierdo del guardameta Ben Mustapha.
10 minutos después, Dries Mertens encendió sus luces para encontrar a un Romelo Lukaku bien ubicado con una gran habilitación que, el ariete del Manchester United no pestañeó para mandar a guardar la caprichosa con un zurdazo raso al palo lejano del potero tunesino.
Los rojos conseguirían descontar en el 17′ a través de una jugada a balón parado: Wahbi Khazri colocó como con la mano un centro a la cabeza de Dylan Bronn, quien giró la cabeza hacia su diestra para dirigir la esférica al poste siniestro de Thibaut Courtois.
A los africanos se les hizo de noche muy temprano, a pesar de estar el cielo muy claro para los belgas
A pesar del descuento, en el ocaso de la parte inicial los que vistieron de dorado consiguieron liquidar las acciones sin piedad. Atacaron tantas veces como la cantidad de gotas que caían sobre la cancha por el diluvio ruso que se no se quiso perder la paliza que le daban a los mediterráneos.
En una de las infinitas ofensivas belgas, Thomas Meunier engañó a un grupo de defensas con una finta en la parcela izquierda del terreno rojo, y con un pase filtrado encontró a Lukaku, quien definió como los más grandes delanteros de la historia. El matador humilló al cancerbero con un soberbio sombrerito.
El chaparrón no cesaba en Moscú para el tiempo de complemento, pero eso no impidió que Hazard demostrara el por qué está catalogado como uno de los mejores jugadores de la actualidad.
El 10 del Chelsea aprovechó un gran pase desde defensa por parte de Toby Alderweireld, y apenas la pelota tocó sus botas, gambetó al portero con un increíble control, y entre dos defensas, pero con una sorprendente tranquilidad, la mandó a casa con su zurda.
Y por si fuera poco, el recién ingresado, Michy Batshuayi, también saboreó las mieles del gol tras un gran centro de Youri Tielemans. Luego de pisar el césped, el delantero intentó por todos los medios romper redes hasta su momento de gozo en el 89′.
Como dicen los sabios de este deporte: El partido no se acaba hasta que el árbitro pite el final, y las “águilas de Cartago” tuvieron su chance para maquillar la pizarra con un tanto aislado de Wahbi Khazri.
Con este resultado, el conjunto belga da un golpe sobre la mesa y avisa a las demás selecciones que son seria candidata para levantar el trofeo en esta Copa del Mundo.
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