El saqueo socialista ha causado en Venezuela un proceso intenso de destrucción económica, no de contracción. El país ha perdido de manera definitiva capacidades de producción y de prestación de servicios. La destrucción es tan intensa que la economía del país se redujo a la mitad entre los años 2013 a 2018.
Por David Morán Bohórquez @morandavid
Se ha liquidado capacidad gerencial, innovaciones, inversiones en producción de empresas industriales y comerciales, privadas y públicas. Cientos de miles de venezolanos de primera han emigrado buscando refugio en otros países, en un proceso de descapitalización social no visto anteriormente en el hemisferio.
Y la destrucción socialista también se llevó por delante a la industria petrolera venezolana, a Pdvsa y sus socias extranjeras. La ineptitud y corrupción rapaz en el gobierno y en Pdvsa aniquilaron la solvencia financiera de Pdvsa, y son caja y sobreendeudada, dejó mantener sus instalaciones y acumuló una deuda impagable con sus socias y con los proveedores de bienes y servicios. Como consecuencia su producción se vino al piso y no deja de caer.
A principios del año 2014, Venezuela produjo 2,900 MBD de petróleo para llegar a apenas 1,500 MBD a mediados a mayo de 2018. Los expertos petroleros lo consideran la mayor debacle petrolera que haya registrado el mundo moderno. Un retroceso de 80 años en la Venezuela petrolera.
Son 1,4000 MBD de destrucción de oferta petrolera mundial y de ingresos de divisas para la república. Esa cantidad equivales a haber destruído toda la producción petrolera de un miembro de la Opep, Angola, que produjo 1,480 MBD de crudo en mayo, o casi de la Nigeria, que produjo 1,516 MBD en ese mes.
Como otra referencia, tenemos que países exportadores de petróleo en América Latina, produjeron en mayo, en el caso de México 1.919 MBD, Colombia 824 MBD y Ecuador 516 MBD.
La destrucción de esa producción causa pérdidas de más de 30 mil millones de dólares anuales al país. Ahí está la guerra económica del socialismo chavista contra la nación venezolana. Y en el mundo petrolero, producción destruida la genera otro.
Imaginen a Angola, Nigeria, Colombia, México o Ecuador que de repente perdieran toda su producción petrolera. Imaginen a sus habitantes. Bueno, el caso de Venezuela es ese, porque la producción actual de 1,500 MBD está comprometida para pagar préstamos y lo poco que se cobra no cubre los gastos de Pdvsa, que trabaja a pérdidas.
El horror de esta destrucción no tiene reparo financiero alguno. Es irrecuperable. Sólo queda que se haga justicia con los responsables, para que las generaciones futuras nunca se les ocurra cometer crímenes semejantes, que sembraron de miseria, que durará por años, al país.
David Morán Bohórquez es ingeniero industrial venezolano @morandavid