Moscú pidió hoy a las autoridades británicas que no incurran en “juegos políticos sucios” al relacionar el envenenamiento de dos personas con un agente nervioso en la localidad inglesa de Amesbury con el caso del exespía Skripal y su hija.
EFE
“Hacemos un llamamiento a las fuerzas de seguridad británicas para que no se dejen llevar por juegos políticos sucios que impulsaron determinadas fuerzas en Londres y a que empiecen, por fin, a colaborar con los órganos de seguridad de Rusia”, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en una conferencia de prensa.
Zajárova dijo estar “impresionada” por las declaraciones del ministro del Interior británico, Sajid Javid, en las que insta a Rusia a explicar lo ocurrido, después de haber acusado a este país del envenenamiento de los Skripal.
La portavoz señaló que desde que tuvo lugar el envenenamiento del exespía y su hija en la localidad de Salisbury, el 4 de marzo, también en el sur de Inglaterra y muy cerca de Amesbury, “hemos ofrecido nuestra cooperación para la investigación varias veces cada mes por la vía diplomática”.
“Estoy autorizada a decir que los servicios de seguridad rusos están listos para este trabajo”, subrayó.
Aseguró que Rusia está seriamente preocupada por la situación creada con este nuevo caso, que el Gobierno británico sospecha que está relacionado con el anterior, y deseó una pronta recuperación a los intoxicados.
“Estamos sinceramente preocupados por las víctimas y deseamos a todos que se recuperen cuanto antes, y estamos hablando de cuatro personas, dos de ellas ciudadanos rusos”, señaló Zajárova.
Se refería tanto a los dos británicos hospitalizados desde el sábado pasado en estado crítico en el hospital Salisbury District, el mismo donde estuvieron internados los Skripal, como al exespia y su hija Yulia, que lograron sobrevivir y fueron dados de alta
El ministro del Interior británico confirmó hoy las sospechas del Gobierno de que ambos incidentes estén relacionados, aunque matizó que “la investigación debe continuar”.
Algunos medios británicos apuntaron a que la intoxicación de Charlie Rowley y Dawn Sturgess, de 45 y 44 años, respectivamente, pudiera deberse a las insuficientes labores de limpieza realizadas en Salisbury tras el ataque contra los Skripal.
Javid instó a Rusia, país al que Londres acusa del ataque a los Skripal, a explicar lo ocurrido.
“Los ojos del mundo están en Rusia ahora mismo, no solo por el Mundial de fútbol”, manifestó el político, al tiempo que acusó a Moscú de intentar “socavar” la seguridad del Reino Unido y la internacional, en general.
Rusia ha negado en todo momento tener relación con el envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija, y el Kremlin tachó hoy de “alarmante” el nuevo caso de envenenamiento producido en el condado de Wiltshire del Reino Unido en el que, según Londres, fue utilizado el mismo agente tóxico con que se atacó al exespía ruso.
El exespía ruso, de 67 años, y su hija, de 33, fueron envenenados el 4 de marzo con el agente tóxico Novichok en un ataque que, según el Gobierno británico, fue orquestado por Rusia.
En represalia, el Reino Unido expulsó a decenas de diplomáticos rusos, mientras que Moscú negó cualquier vinculación con los hechos e hizo lo propio con diplomáticos británicos.
Los Skripal permanecieron durante semanas en el hospital Salisbury District, antes de recibir el alta el 10 de abril ella y el 18 de mayo él.