Un reportaje publicado hace pocos días por la agencia Associated Press, ha puesto sobre la mesa, una vez más, la teoría de la supuesta invasión de EEUU a Venezuela. El despacho firmado por el periodista JOSHUA GOODMAN, relata que en agosto de 2017, durante una reunión en la Oficina Oval, el presidente estadounidense Donald Trump, hizo una pregunta que sobresaltó a sus asesores: “dado que la situación en Venezuela amenaza la seguridad regional, ¿por qué Estados Unidos no puede invadir el país sudamericano?”
El reportaje de AP fue rebotado en casi todos los periódicos del mundo. Y en el Palacio de Miraflores, en Caracas, con toda seguridad hubo toda una celebración. Porque si a alguien le conviene reforzar la teoría de una invasión norteamericana a Venezuela, sobre todo en los actuales momentos en los cuales el gobierno socialista y revolucionario está haciendo aguas, producto de la grave crisis económica y social que vive el país, es precisamente a Nicolás Maduro Moros.
Al igual que lo hizo Fidel Castro en Cuba, Hugo Chávez vendió durante más de diez años la idea de que el gobierno de EEUU quería invadir a Venezuela. La diferencia, como todos muy bien lo saben, es que en la Cuba gobernada por los hermanos Castro sí hubo una invasión, la de Bahía de Cochinos, ocurrida en 1961. En la Venezuela socialista y revolucionaria el chavismo/madurismo tiene 17 años anunciando (y denunciando) una supuesta invasión yanqui.
Los norteamericanos han patrocinado al menos 3 invasiones en los últimos 50 años en América Latina: Bahía de Cochinos (1961); Granada (1983) y Panamá (1989). La primera, nadie lo duda, fue un completo desastre. Pero las dos posteriores fueron exitosas si se toma en cuenta que cumplieron con el objetivo de deponer a los gobiernos de Hudson Austin y Manuel Antonio Noriega, el primero por sus vínculos con el eje cubano/soviético y el segundo por sus nexos con el narcotráfico internacional.
La supuesta invasión de EEUU a Venezuela es una teoría que los socialistas y revolucionarios que ostentan el poder comenzaron a desarrollar desde el año 2001, gracias a un ejercicio militar puesto en marcha por las Fuerzas Españolas, el cual se denominó “Operación Balboa”. Se trató de una simulación hecha en computadora, que sirvió para poner en marcha una operación militar entre el 3 y el 18 de mayo de 2001. En la simulación, las fuerzas militares españolas participaban en un escenario de guerra y su principal objetivo era la invasión de la zona sur occidental de Venezuela desplegada desde Colombia y Panamá.
Voceros del Ejército Español explicaron en su debido momento que “la simulación militar o juego de guerra comprendía una serie de operaciones por aire, tierra y mar desarrolladas en un escenario hipotético, en el cual las fuerzas de EEUU, junto con las de sus aliados, autorizados por una resolución de la ONU, atacaban el occidente de Venezuela. En la simulación, EEUU era identificado como el país azul, Colombia como el país Blanco, Panamá como el país Cian, y Venezuela como el país marrón”.
Los resultados de la simulación militar española llegaron a Venezuela a finales del año 2001, pero muy pocos voceros le prestaron atención. Tras el golpe de estado de abril de 2002, que desalojó del poder a Hugo Chávez por escasas 48 horas, los socialistas y revolucionarios venezolanos retomaron el tema de la supuesta invasión y plantearon la urgente necesidad de adoptar medidas urgentes para evitar un escenario similar al que se presentó en Granada y Panamá.
Los temores a una supuesta invasión norteamericana fueron acrecentados por Fidel Castro Ruz, quien aprovechó la coyuntura del fracasado golpe de estado de abril de 2002 para incrementar la presencia de las fuerzas militares cubanas en Venezuela y aumentar la dependencia política e ideológica del jefe de estado venezolano hacia la isla. Convencido de que EEUU quería invadir al país, Chávez se entregó por completo a los planes militares que se diseñaban en La Habana.
A comienzos de 2004, justo antes del referendo revocatorio organizado por las fuerzas opositoras para tratar de sacarlo del poder, Chávez empezó a denunciar la supuesta invasión norteamericana a Venezuela. Durante un acto político en Caracas, el comandante golpista habló del Plan Balboa (no la llamó Operación Balboa), aduciendo que el objetivo que se buscaba con la invasión era su asesinato. En uno de sus habituales programas de radio, Chávez entrevistó al general Melvin López Hidalgo, secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de la Nación, quien sin dudarlo dos veces confirmó que el Plan Balboa era completamente cierto, y que lo que deseaba el imperio yanqui era la muerte del jefe de estado.
EL PLAN BALBOA EN DETALLES
El 18 de julio de 2004, el gobierno inició una operación de propaganda política a gran escala para generar la matriz de opinión en torno a la supuesta invasión de EEUU a Venezuela. Medios vinculados al gobierno difundieron una nota de prensa atribuida a la organización pro chavista Utopía, donde se informaba que el denominado Plan Balboa era completamente cierto y que el mismo “era un plan donde se prepara la invasión a Venezuela, enmascarado en un ejercicio realizado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en España (…) hay un conjunto de documentos que nos darán a conocer cómo se plantea el escenario militar para el imperialismo…”
La organización Utopía dejó de existir en el año 2007. Su página web fue desactivada. Pero una búsqueda en la internet profunda permitió encontrar una de sus publicaciones, en la cual se señala que el Plan Balboa fue “un ejercicio de simulación de operaciones por tierra, mar y aire realizado por el Comando Base Mayor del Estado Español, entre el 3 y el 18 de mayo de 2001. En este plan se diseñaba una estrategia militar de invasión de la zona occidental de Venezuela por parte de las fuerzas norteamericanas y sus aliados de la OTAN”.
CHAVEZ Y LA INVASION QUE NUNCA LLEGO
En su programa radial “Aló Presidente”, Chávez habló del denominado Plan Balboa: “Los estamos cazando, en la bajadita los esperamos si se les ocurre, porque estamos haciendo el ContraBalboa (…) hay planes para invadir a Venezuela. Existen, incluso, han calculado cuántos bombardeos diarios se necesitan, hay un ejercicio que lo practican, hacen juegos de guerra. ¿El objetivo? Venezuela. Tienen calculado qué tipo de munición, cuántos aviones, todo (…) No se les ocurra a alguien venir a tratar de quebrar esta patria, no se vayan a equivocar, se los recomiendo, porque se arrepentirán por 500 años”.
El comandante golpista se ufanó de haber descubierto las interioridades del denominado Plan Balboa, gracias a un trabajo de inteligencia: “Nosotros descubrimos, con labores de inteligencia, un ejercicio militar de la OTAN de invasión contra Venezuela y nosotros nos estamos preparando para esa invasión. Si a Estados Unidos, y así lo digo, se le ocurre invadir a Venezuela, aquí comenzará una guerra, dijo Fidel Castro, y yo lo copio, de cien años. Se incendiaría no solo este país, buena parte de este continente; que no se vayan a equivocar, nos estamos preparando para resistir una invasión”.
A comienzos de 2005, el entonces comandante del Ejército, Raúl Isaías Baduel, anunció que las Fuerzas Militares venezolanas se estaban preparando para una “guerra asimétrica”, sin restricciones en técnicas convencionales o no convencionales, para lo cual serían incorporados 100 mil miembros de la Milicia Nacional Bolivariana. Para cumplir con tal objetivo, el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional creó la Especialización en Simulación de Juegos de Guerra, en cuyo pensum de estudios figura el Plan de Acción ante una invasión de EEUU a Venezuela.
En junio de 2005, casi un año después de haber ganado el referendo revocatorio de 2004, Chávez decidió incrementar las acciones para denunciar la supuesta invasión de EEUU a Venezuela. El jefe de Estado ordenó activar la denominada Operación Huracán, en la que participaron 1.263 miembros del ejército venezolano, quienes recrearon en el fuerte Los Caribes, en la población de El Pao, en el estado Cojedes, un escenario de conflicto entre un país rojo (Venezuela) y un país azul (Colombia), azotado por el narcotráfico. La simulación del Ejército venezolano llamó poderosamente la atención por la incorporación de dos fuerzas de combate que apoyaban al gobierno de Venezuela: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El 17 de septiembre de 2005, durante una visita a la ciudad de Nueva York, con ocasión de la Asamblea General de la ONU, Hugo Chávez declaró a los periodistas que “Venezuela resistirá la invasión, y en caso de cometer esa imprudencia, Estados Unidos deberá olvidarse de recibir nunca más los 1.6 millones de barriles de petróleo que le envía diariamente nuestro país”.
Chávez asistió al programa NightLine, junto al periodista Ted Koppel, y allí dijo que “de acuerdo con nuestras poderosas fuentes de información logramos conocer que recientemente, soldados de EEUU estuvieron en la isla de Curazao, al noreste de Venezuela, afinando los detalles (…) EEUU está haciendo movimientos para cumplir sus planes de una invasión contra Venezuela”.
Dos años después, en enero de 2007, Chávez ordenó a la Fuerza Armada la realización de un nuevo ejercicio militar para defender al país de una invasión norteamericana. Los militares venezolanos pusieron en marcha una nueva simulación de guerra en la que un país rojo (Venezuela) afectado territorialmente por sus vecinos, choca con un país azul (Colombia), el cual tiene una oligarquía aliada con un poderoso país del norte de color verde. En la simulación, un movimiento nacional revolucionario llamado FARA se une al gobierno revolucionario para defender al país rojo (Venezuela).
ARMADOS PARA ENFRENTAR LA INVASIÓN
En agosto de 2007, Hugo Chávez volvió a hablar del supuesto Plan Balboa y anunció la compra de 5.000 fusiles rusos Dragonov, con visor nocturno y mira telescópica. “Son para la guerra de guerrillas por si el imperio decide un ataque militar contra Venezuela”, dijo.
El 26 de enero de 2008, desde el Palacio de Miraflores, Chávez se refirió una vez más al Plan Balboa: “Acuso al gobierno de Alvaro Uribe Vélez de estar fraguando una conspiración, una provocación bélica contra Venezuela, por orden de Estados Unidos, para obligarnos a dar una respuesta que pudiera prender una guerra (…) Esa agresión ya tiene nombre: Operación Balboa…”
El 6 de junio de 2008, Chávez ordenó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana la puesta en marcha de la Operación Patria Socialista 2008. Esta operación militar fue inaugurada con el lanzamiento de un Misil Otomat MK 2 de largo alcance en aguas del mar caribe. Las maniobras se desarrollaron en las cercanías de la Isla de La Orchila, a 170 kilómetros de Caracas. Los ejercicios contaron con la participación de cazabombarderos Sukhoi SU-30, fragatas misilísticas y artillería de combate.
Dos semanas antes de la Operación Patria Socialista 2008, Chávez había denunciado la presunta incursión de una aeronave de Estados Unidos en el espacio aéreo venezolano. “Una aeronave estadounidense estaba realizando actividades de espionaje y andan incluso probando nuestra capacidad de reacción (…) era un avión de guerra de EEUU, y no solo violó el espacio aéreo venezolano sino que además pasó exactamente sobre un sitio prohibido incluso para la aviación civil”.
El Jefe de Estado desestimó que haya sido “un error de navegación como señalaron autoridades de EEUU (…) estamos amenazados por el imperio (…) ¿Qué quieren? ¿Qué nos desarmemos? Nosotros no vamos a agredir a nadie, pero que nadie se equivoque con nosotros…”
En junio de 2009, Chávez retomó el tema de la supuesta invasión de EEUU, al señalar que “Estados Unidos tiene planes para invadirnos y ocupar nuestro flanco izquierdo (…) ante ese cuadro, la decisión que ha tomado Colombia de permitir que tropas yanquis ocupen cuatro bases militares más de las que ya tienen, que traigan nadie sabe cuántos soldados y mercenarios de la CIA y paramilitares es un acto, no voy a llamarlo de agresión, porque sería prematuro, pero al menos es un acto inamistoso”.
Chávez dijo que “yo si digo que el imperio yanqui es enemigo nuestro y tengo pruebas para decirlo (…) nos agreden a cada rato, y nos dieron un golpe de estado, y tienen planes para invadirnos (…) están ocupando nuestro flanco izquierdo, desde el norte en la Guajira, en el mar caribe, en Cartagena, hasta el sur, en el Orinoco, están disponiendo de una fuerza militar yanqui ahí mismo”.
Chávez murió el 5 de marzo de 2013 (según la versión oficial). Y la invasión yanqui nunca llegó. El comandante golpista siempre quiso tener su propia Bahía de Cochinos. Ahora es Maduro quien sueña con una invasión norteamericana. La teoría de la invasión produjo grandes dividendos políticos e ideológicos en Cuba. ¿Ocurrirá lo mismo en Venezuela?
(*) Tomado del libro DISPAREN A MATAR (2015)