Dos veces a la semana varían los precios y cuando el comerciante requiere reponer inventario, muchas veces tiene que disponer de sus ahorros porque los ingresos por venta no son suficientes para adquirir los productos, reseñó La Verdad de Vargas.
“Cobramos el 20% de ganancia porque de hacerlo con el 30% le sería imposible a la gente comprar alimentos. Cada vez se hace más difícil mantener los precios solidarios”, expresó José Granados, comerciante en El Trébol, parroquia Carlos Soublette.
Afirmó que cuando se les acaba un producto como el queso y van a comprarlo, lo recaudado por esa venta no cubre el gasto y hay que apelar a los ingresos por otros conceptos para mantener a la clientela.
“Vendí el queso a Bs. 3 millones 090 mil el kilo y cuando lo fui a comprar el jueves pasado ya estaba en 4 millones 200 mil, lo que representa una pérdida de dinero que no estaba prevista en el presupuesto”.
Destacó que la creciente inflación los ha obligado a mantener el mínimo de productos en los estantes. “Vendíamos de todo y ahora nos quedamos solo con lo esencial: queso, mortadela, pollo y carne”.
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