El primer ministro de Haití, Jack Guy Lafontant, dimitió hoy de su cargo durante la sesión de la Cámara de Diputados celebrada para decidir si el Parlamento le retiraba el voto de confianza.
EFE
La sesión fue convocada tras la crisis desatada en el país por las violentas protestas registradas el pasado fin de semana ante el anuncio de un alza en el precio del combustible, que el Gobierno dejó sin efecto posteriormente debido a la presión social.
Una vez hecho el anuncio de la renuncia del primer ministro, el presidente de la Cámara, Gary Bodeau, publicó un mensaje en Twitter, solicitando al presidente de la nación, Jovenel Moise, “que elija un primer ministro consensuado teniendo en cuenta las aspiraciones de todos los sectores de la vida nacional.”
Esta mañana, antes de que comenzara la sesión, Bodeau ya había manifestado, en declaraciones a Efe, su deseo de que Lafontant dimitiera “por el bien del país”.
Con motivo de la sesión parlamentaria, que ha generado gran expectación, y tras los disturbios del fin de semana pasado, las autoridades dispusieron un fuerte despliegue policial en la capital haitiana, especialmente en el exterior de la sede parlamentaria, destino de una manifestación convocada por la oposición.
La gestión del primer ministro venía siendo cuestionada desde hace un tiempo y, unos días antes de las violentas manifestaciones, fue convocado por los diputados para analizar el destino de su Gobierno, pero él no acudió a la sesión.
Tras los disturbios, sectores de la oposición y del empresariado local e, incluso, del propio oficialismo, reclamaron la renuncia de Lafontant.
El pasado 6 de julio, el Gobierno anunció aumentos de entre 37 % y 50 % en los precios de los combustibles en este empobrecido país, donde más de la mitad de su población vive con menos de 2 dólares al día.
La subida del costo de los combustibles, entre ellos, el queroseno, muy utilizado para alumbrar las casas haitianas de amplios sectores de escaso poder adquisitivo, desató violentos disturbios callejeros, en los que varias personas murieron.
La situación obligó un día después al Gobierno a dejar sin efecto la medida, que fue producto de un acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que esta semana planteó la eliminación gradual de la subvención a estos productos.
La presión ciudadana, además, llevó al Gobierno a retirar del Parlamento (bicameral) el presupuesto general que envió la semana pasada, como una manera de evitar nuevas protestas.
El FMI dijo el jueves que espera que Haití cree un plan de reforma que incluya una reducción gradual de los subsidios a los combustibles, ya que, a su juicio, estas ayudas benefician de manera desproporcionada a los más adinerados.
Durante una conferencia de prensa en Washington, el portavoz del FMI, Gerry Rice, afirmó que la eliminación de los subsidios permitiría al Gobierno liberar fondos para financiar proyectos a favor de los más desposeídos.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado la violencia desatada durante los últimos días en Haití e hizo un llamamiento a la calma y la contención a todas las partes.
En un comunicado pactado por los quince Estados miembros, el Consejo de Seguridad pidió un “cese inmediato de todas las formas de violencia” y que los responsables de crímenes sean llevados ante la Justicia. EFE