Podemos hacer una analogía del mercado político de Venezuela con el mercado de bienes y servicios.
Por David Morán Bohórquez @morandavid
Una de las formas más comunes de los mercados son los oligopolios, donde una cantidad relativamente pequeña de productores/vendedores, usualmente interdependientes, atiende a un gran número de demandantes (consumidores/compradores). El mercado petrolero mundial es un clásico ejemplo de oligopolio.
Las características mas importantes de un oligopolio son la existencia simultánea de barreras a la entrada y de competencia entre pocos, lo que crea la interdependencia entre las empresas, que debe considerarse en el análisis del proceso de toma de decisiones de ellas. El análisis de oligopolio se basa en la interacción entre los competidores, así que para la búsqueda de equilibrios se trabaja con herramientas de la teoría de juegos.
Un caso extremo de oligopolio lo constituye el duopolio, donde sólo dos oferentes compiten por satisfacer la demanda. (Coca Cola vs Pepsi, Intel vs. AMD, Android vs iOS)
Muchas decisiones en duopolio se toman secuencialmente, por ejemplo, uno de los competidores decide que hacer después de haber observado la decisión del otro . Por ejemplo, si una empresa es líder del mercado o se ha instalado antes que otra firma , esto Ie permite tomar decisiones tempranas que le signifiquen ventajas.
Uno de los modelos de teoría de juegos que analiza el duopolio con una empresa líder es el modelo de competencia de Stackelberg. El núcleo del modelo, supone que la empresa líder se mueve primero, y decide las cantidades a producir. La reacción de la empresa competidora estará en función de lo que hizo la empresa líder, en este caso, maximizar su beneficio en función de la movida previa de la empresa líder. De esta manera la empresa líder sabe que la empresa seguidora se moverá a lo largo de su función de reacción.
EI elemento central del modelo de Stackelberg sobre líder-seguidor es la información. El líder conoce la forma en que el seguidor reaccionará a sus cambios en la producción.
El duopolio político en Venezuela
Supongamos que el interés mayor del venezolano maximizar su felicidad. En una democracia liberal, las ofertas políticas tienen una alta carga doctrinaria y responden a multiples enfoques. Se sabe que el demandante elige sin coacción o peligro. Las demandas de felicidad tienen múltiples opciones. En dictadura, las ofertas son aplastadas, y en al caso venezolano hoy, las reduciremos a sólo dos: Los que apoyan a la dictadura y los que quieren que Maduro se vaya de inmediato.
El régimen de Maduro evolucionó hacia una dictadura abierta: Gobierna por decreto, impuso de manera fraudulenta una constituyente “supraconstucional”, las elecciones pasaron de fraudulento a abiertamente tramposas, encarcela a opositores políticos, desconoce a la legítima Asamblea Nacional (AN). Proscribe la existencia de partidos políticos opositores.
Pero el tránsito lo hizo por pasos. Y así también se fue modificando el mercado político en Venezuela. En los años 2014, 2015 y 2016 la coalición política MUD lideró la demanda de cambio por la vía electoral. Por otro lado, el Psuv lideró la oferta de mantenimiento del status quo.
El mercado de los que demanda la permanencia de Maduro como sea en el poder se comporta según el modelo de Stackelberg. Perciben al Psuv como el líder de esa oferta, y a los otros pequeños partidos como seguidores. Aún así, en la degradación de la oferta PSuv, para mantener el poder, muchos abandonaron esa demanda para optar por la única otra posible.
Maduro y su régimen, se robaron la posibilidad de realizar el referendo revocatorio presidencial que perdería, sin duda alguna. Luego la anulación de funciones de la Asamblea Nacional por parte del TSJ prendieron la calle con protestas populares. en 2017. Luego del asesinato por parte de fuerzas armadas y policiales del régimen de decenas de venezolanos, las protestas evolucionaron a formas más eficientes: El plesbicito del 16 de julio, convocado por la AN y apoyado por la MUD, donde más de 7,7 millones de venezolanos votaron afirmativamente por tres preguntas.
1.- ¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano?
2.- ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
3.- ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?
La respuesta del régimen de Maduro fue la de imponer la inconstitucional constituyente cubana, ante lo cual la AN decidió desconocerla así como sus actos. También varias decenas de países hicieron lo mismo. Ante la crisis, el gobierno de Maduro convocó a una “diálogo” sin garantía alguna y la constituyente cubana ordenó al CNE realizar elecciones regionales y municipales.
Ante el asombro del mercado político, partidos de la MUD, que a su vez votaron aprobando la resolución de la AN de desconocer los actos de la constituyente cubana, aceptaron ir al “diálogo” sin garantías y participar en las elecciones regionales, para lo cual tenían también que “relegitimarse”
La pérdida del crédito
Hago acá un paréntesis, para usar un ejemplo. Suponga usted a un banco, que le la ha otorgado créditos pos años a una empresa. Mientras el banco recibía el repago de la empresa, las relaciones fueron excelentes. Más proyectos y más créditos, así se había creado una relación de confianza. Pero resulta que la empresa comienza a retrasarse en sus compromisos. Y cada vez más. El banco indaga que la empresa tiene tiempo usando los recursos para propósitos diferentes al proyecto. Los desviaba en actividades que no le redituaban. El resultado fue que la empresa perdió el crédito.
¿Saben el nombre de la empresa? MUD. ¿y el banco? Los firmantes del plesbicito del 16J
Ahora sigamos.
El líder sale del mercado
El abandono del mandato popular del 16J significó la salida de la MUD como líder del mercado político opositor, y también de muchos de sus integrantes.
Las ofertas de diálogo y de participación en elecciones fueron percibidas como engañosas y de baja efectividad por los demandantes de un cambio en los poderes públicos. La fractura de la MUD se hizo evidente, y se quedaron sin oferta para el mercado.
Pero todavía no aprenden a pesar de las evidencias. Muchos de sus integrantes todavía se creen herederos del poscahvismo a pesar que los demandantes les retiraron esa cualidad.
Es por ello, que ante la fractura de la MUD y el descarte de sus ofertas, el mercado político opositor, que crece desde 2014, se redefinió sobre aquellos oferentes que mantienen su oferta de dimisión de Maduro. La de acopiar presión suficiente para que Maduro negocie su salida del poder.
La plataforma Soy Venezuela lidera hoy esa oferta, acompañados del Movimiento Libertadores, el Bloque Constitucional, con sindicatos, gremios y universidades en rápida transición.
En este ejercicio, el liderazgo lo tiene la oferta percibida como genuina, que es equivalente aplicando el modelo de Stackelberg, a la que produce la mayor cantidad para satisfacer la mayor demanda. En nuestro caso, el costo marginal de producción, que le daría la mayor ventaja competitiva, es equivalente a una curva de aceptación vs riesgo, propio de una dictadura. La producción en coraje es percibida como de muy alta calidad política hoy.
Entonces, la mayor ganancia de los seguidores será seguir la senda del líder. Así también los demandantes obtendrán su máximo beneficio.
Un mensaje final
Utilizo este ejercicio para destacar dos cosas: la importancia de información de mercado (político) precisa cuando se está definiendo una estrategia, y la interdependencia de las estrategias de cada jugador, especialmente cuando hay un líder de mercado (que tiene el beneficio de poder actuar primero) y un seguidor.
El 85% del pais demanda salir de Maduro. Mayor unidad es difícil.
El banco observa a los que siempre han cumplido. Los que están presentando la estrategia, se están llevando el crédito. Y la dictadura de Maduro lo sabe.
David Morán Bohórquez es ingeniero industrial y articulista.