El estatismo totalitario es retrógrado (IV), por Rafael Piña Pérez

El estatismo totalitario es retrógrado (IV), por Rafael Piña Pérez

 

En la entrega III sobre este tema, se concluyó que el agotamiento de las reservas internacionales, fue generado por la estafa a través de los fondos parafiscales FONDEN y BANDES y del control cambiario, de allí que el país no tiene divisas para atender las importaciones y pago de la inmensa deuda de la Nación y de PDVSA. A este respecto es de agregar las erráticas políticas públicas que expropiaron miles de empresas de todos los sectores productivos que han reducido el tamaño de la economía, disminuyendo por ende la producción nacional de bienes materiales y servicios. Esta disminución de la producción interna aumenta la necesidad de importar, hoy muy limitada por el agotamiento de las reservas internacionales y la disminución progresiva de la producción de petróleo que agrava aún más la escasez de divisas. Esto nos explica la profunda escasez de alimentos, medicinas, de insumos de la producción como materias primas, repuestos para maquinarias, equipos, transporte de carga y de pasajeros, etc. Esta escasez viene generando a su vez la hiperinflación que ha liquidado a nuestro signo monetario, pulverizando el poder adquisitivo de las familias venezolanas.

La hiperinflación más larga y profunda que haya vivido país alguno de América Latina y entre las más altas del mundo, viene aumentando a  su vez la pobreza general que se aproxima al 90% de la población de acuerdo a estudios serios de varias universidades como la UCV, UCAB y Simón Bolívar. El desempleo y la pobreza general viene originando por otra parte la diáspora de millones de venezolanos al exterior, después de haber sido un país de inmigrantes. Esta diáspora está conformada por jóvenes, en su mayoría profesionales con experiencia en diferentes campos de la ciencia y la tecnología, representando hasta ahora una pérdida de varios millones de años– hombre de Know how.  Ni la Alemania nazi llegó a perder semejante cantidad y calidad del conocimiento. Ese país, logró una recuperación relativamente rápida, gracias a su gente formada. El recurso humano como objeto y sujeto de la producción, constituye el factor productivo más importante en toda sociedad. Ya lo destacaba el fundador de la ciencia económica Adam  Smith en su obra magna “La Riqueza de las Naciones” de que la riqueza de un país depende del trabajo que realizan sus habitantes.

LA CLASE MEDIA FUE ARRASADA POR ESTE TSUNIMAN ECONÓMICO

La clase media venezolana, llegó a ser uno de los orgullos de Venezuela en América Latina. En más de 50 años, se formaron en nuestras universidades, Escuelas Técnicas Industriales e Institutos Tecnológicos superiores millones de jóvenes, en su mayoría de los segmentos pobres de la población. Ingenieros en todas las menciones, médicos internos y especialistas en todas las áreas, enfermeros, nutricionistas, bioanalistas, odontólogos, economistas, Contadores, Administradores, Sociólogos, Lic en las diferentes disciplinas de la educación, comunicadores sociales, etc. En la clase media venezolana se combina su formación y experiencia profesional con poder de compra que la llevó a disfrutar de buenos niveles de vida. Hoy, lo que fue clase media se ha reducido a un segmento de la población empobrecido, cuyos menguados ingresos apenas pueden cubrir en promedio menos del 3% del costo de la canasta básica alimentaria y de servicios.  Nuestra clase media fue arrasada por este tsuniman que destruyó la economía y la democracia.

Las clases medias en la historia del mundo, han jugado un rol protagónico en muchos aspectos del liderazgo social, político, gremial, cultural, guiando y orientando el rumbo de la sociedad.   En las clases medias está una proporción importante de los investigadores en los distintos campos de la ciencia y la tecnología, no solo por poseer poder de compra, sino por la oportunidad que han tenido de formarse y escalar posiciones ocupacionales y gerenciales. Esto ha sido así desde tiempos inmemorables. Nuestros libertadores  por ejemplo, pudieron viajar a Europa y adquirir conocimientos y vivencias del acontecer histórico de aquel entonces, que los alimentó para realizar la campaña independentista de principio del siglo XVIII. Estos señores del “socialismo del siglo XXI” con su modelo anacrónico estatista totalitario, destruyeron nuestra clase media, aventando al exterior a nuestros jóvenes universitarios en procura de oportunidades aquí vedadas. Es la triste realidad de la más grave crisis económica, social, política y moral de toda nuestra historia republicana. En próxima nota, continuaré sobre el tema.

Rafael Piña Pérez.

Economista, profesor titular de LUZ, ex presidente de Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia, Miembro de Venezuela Positiva, pprafael1912@hotmail.com, @pprafael1912

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