La Pdvsa democrática realizó su último ejercicio de planificación para el período 2000-2009; en él estableció una producción de petróleo para el año 2008 de 5,8 MM de barriles diarios, así como una producción de gas de 11 MM de pie cúbicos diarios. El plan tenía una premisa básica que era promover la mayor participación posible del sector privado en las áreas de gas natural, petroquímica, industrialización de corrientes de refinerías, orimulsión y carbón. Si se hubiese cumplido el plan (la Pdvsa democrática cumplió todos los anteriores) el país hubiese tenido el doble de los ingresos que entraron a las arcas fiscales. Aunque muchos puedan suponer que igual se iban a robar y malbaratar estos ingresos, de la misma manera podemos inferir que de lo poco que se hizo, se hubiese podido hacer el doble. El punto es que las infraestructuras estuvieran allí, mal mantenidas es verdad, pero existirían y se podrían recuperar en un eventual nuevo gobierno.
Lo cierto es que el régimen no aplicó el plan, ni hizo las obras, mucho menos atendió la premisa de estimular la intervención privada en el sector gas. Tampoco el chavismo dio cumplimiento a la Ley Orgánica de los Hidrocarburos Gaseosos, sancionada en 1999 por ellos mismos, que favorece la participación empresarial. 17 años después de promulgada la Ley no se han constituido nuevas empresas para transportar gas metano por gasoductos y no se ha otorgado al sector privado permiso alguno para distribuir gas por tubería en las ciudades del país. Priva el estatismo insensato. El distrito más importante de Venezuela en materia de gas asociado (al petróleo) es Anaco; éste para 2008 producía 1.700 MMpcd, pero existía un proyecto para ampliar su capacidad de producción a alrededor de 2.500 MMpcd en 2016; a la fecha por mala gerencia, ineficiencias, ausencia de mantenimiento, falta de inversión, improvisación y corrupción, sólo produce alrededor de 500 MMpcd ¡1.200 menos que 10 años atrás! Por otra parte, también en materia de gas asociado, en tierra firme, el gobierno otorgó licencia de explotación a Total/Repsol en el campo Yucal-Placer del estado Guárico, el cual sólo produce 100 MMpcd a través de la operadora Ypergas, consorcio que no ha aumentado su producción a 300 MMpcd, porque Pdvsa Gas paga el hidrocarburo en bolívares.
El gasoducto Transcaribeño (Antonio Ricaurte) Colombia–Venezuela, es una tubería que tiene una longitud de 202 kilómetros, 88,5 de los cuales están en Colombia. Fue construido y pagado en 2006 por el gobierno venezolano. Se concibió con la idea de exportar gas a Colombia; sin embargo, como ya desde 2008 comenzó a declinar la producción de gas en el país, fue Colombia, que tuvo unos años de excedente, la que comenzó a enviar gas a Venezuela. Fue así como las Termozulia y El tablazo tuvieron suministro de gas. En 2015 Colombia decidió no exportar más gas al país y desde entonces comenzaron los problemas en el Zulia.
En tanto el régimen se orientó a buscar gas no asociado costa afuera. Para ello Pdvsa Gas dio continuidad al Proyecto Cristóbal Colón, al norte de Paria, como Proyecto Gran Mariscal de Ayacucho y determinó reservas en los campos Dragón, Patao, Mejillones y Río Caribe, por 14,7 Tcf (billones de pies cúbicos de gas). Mediante el otorgamiento de licencias de explotación a Chevron y Statoil, en 2002, para explorar la Plataforma Deltana, al sur de Paria, se determinaron reservas, en los campos Dorado-Kapok, Lorán-Manatee y Cocuina-Manakin, de 38 Tcf. En este proyecto deltano, para 2007, según cifras del gobierno, se habían invertido US$ 318 MM y estimado una producción para 2012 de 600 MMpcd de gas libre. El otro proyecto costa afuera que se desarrolló fue el Rafael Urdaneta, en Falcón. El Bloque Cardón explotado por Repsol-Eni, en el megacampo Perla, determinó reservas por 17 Tcf. Su descubrimiento data de 2009, se han invertido, según cifras del gobierno US$ 1.500 MM y debía estar produciendo 1.200 MMpcd. Salvo los quinientos millones de pie cúbicos de gas que produce Perla, ni Mariscal Sucre ni Plataforma Deltana producen nada significativo de gas libre. Por otra parte, como no se produce petróleo no hay gas asociado, ni tampoco diésel ni fuel oil; luego, no hay electricidad. El déficit de gas en Venezuela se estima en 3.000 MMpcd, en tanto que somos el país líder mundial en venteo de gas (quemado, desperdiciado y arrojado a la atmosfera) con cerca de 272.300 millones de pie cúbicos.
Miguel Méndez Rodulfo
Caracas 26 de Julio de 2018