Los seres humanos basamos nuestro comportamiento, decisiones y deseos en las necesidades más básicas, por ejemplo, comer, dormir y claro, tener sexo, reseña Soy Carmín.
Por más que queramos disfrazar la verdad no podremos negar que somos seres sexuales y que muchos nuestros impulsos están condicionados por esta necesidad erótica.
Tan poderoso es el efecto de recompensa-satisfacción que recibe nuestro cerebro cuando cubrimos estas necesidades, que es capaz de condicionar nuestras acciones. Esto es gracias a la amígdala, la glándula encargada de liberar todas las hormonas relacionadas con la felicidad.
¿Por qué es importante saber todo esto? Porque así es como básicamente funciona el sexo pero sobre todo en los hombres, quienes son más susceptibles al esquema deseo -recompensa -satisfacción – felicidad.
Para sacarle provecho a lo anterior, expertos en sexualidad y comportamiento humano sugieren que se aplique la siguiente técnica: si lo que se deseas es que un hombre piense en ti todo el día y solo quiera compartir su cama contigo, entonces debes:
Despertar su deseo pero no satisfacerlo
Lo primero que sugieren es que despiertes su deseo y no lo dejes satisfacerlo de inmediato. Genera expectativa, provócalo pero no lo dejes tocarte, entre otras, son las mejores formas de hacer que el siempre esté pensando en ti.
Recuerda que se dice que todos “deseamos lo que no podemos tener” y en este caso la frase aplica de maravilla, pero la razón que nos da la ciencia para aplicar esta técnica es más clara.
Cuando tu cerebro recibe un estímulo que se repite constantemente, deja de tener tanto efecto, pues aprende a reconocerlo y hasta cierto punto predecirlo.
En el sexo no hay nada peor que lo que es predecible, así que sin duda generar este deseo será el nuevo comienzo para que ambos disfruten de su vida sexual.
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