“Quiero agradecer a este guerrero de la democracia y la libertad su dedicación por Venezuela. Al conocerle más le admiro más. Su origen, su linaje, su auge. Una trayectoria variopinta, indómita, apasionada, que no contiene lo que tiene que decir cuando la diplomacia calla…”
Si alguien me pidiera describir a Luis Almagro Lemes en dos palabras le diría: un humilde soñador…Tuve el privilegio de entrevistarle en Washington D.C. Por su apretada agenda pocas veces ofrece una entrevista más de 10 minutos. Nos concedió una hora (compartida). Muchas cosas quedaron en el tintero por lo que ahora más que un análisis de gestión deseo rendirle merecido un tributo de vida. Siguiendo su muletilla: !Vamos arriba!.
Quién es Luis Almagro
“Yo soy Luis Almagro Lemes, para servir a Ud., al Partido Nacional y al Club Nacional de Football“. Esa frase se la enseñó su padre y así se presenta desde niño. Más adelante sirvió en el Movimiento Nacional de Rocha y en el Movimiento de Participación Popular (MPP) donde había conceptos que según dice, el Frente Amplio asimiló (impuestos, rentabilidad, derechos) y también él”. Hombre criado en el campo-de padre hacendado y pudiente-que viniendo de arriba-apunta Almagro-se vino abajo por creer que invertir era lo adecuado en un Uruguay donde arriesgar era perderlo todo. Y lo perdió. Entonces Almagro aprendió que se puede estar arriba o abajo pero siempre hay que fijar al contrario contra la línea y contra el alambrado. “El Oso”-como le bautizó su padre al nacer-no le gusta arremeter pero tampoco que le embistan por lo que !va siempre para arriba!. Un estilo rusticano que le asiste por haber jugado fútbol (puntero izquierdo) en juveniles con el River Plate. Un fajador natural que según comenta ¡jamás desmarca su presa! Así va en la política. Sin prisa pero sin pausa. Discreto pero encima…
Maduro el dictadorzuelo:
Pero no confundamos su sencillez con su determinación. Hace más de tres años asumió la Secretaria General de la OEA y la reposesionó. Como dijo en nuestra entrevista, “la OEA era un cuerpo intrascendente que en la última década no aparecía en las páginas de los diarios y ahora tiene una visibilidad que no deja de ponerla en las primeras páginas de todos los periódicos de la subregión, EEUU e incluso Europa.
Es el Uruguayo con el cargo más alto en el exterior, elegido Secretario General de la OEA el 18/03/2015 con el apoyo de 33 de los 34 Estados Miembros y una abstención. Al asumir la conducción de la OEA anunció que su eje central sería “más derechos para más gente”. Su carrera política ha sido a lo menos versátil y coherente. Padre de siete hijos (tres nacidos en Montevideo, uno en Berlín, otro en Teherán, otro Pretoria y Beijing), militó durante años en el Partido Nacional, grupos Divisa Blanca. Cuando el líder tupamaro ganó la Presidencia [Mujica], le ofreció ser ministro de Relaciones Exteriores, siendo embajador en 2007 en China luego de trabajar dos años (2005-2006) en el Ministerio de Ganadería. Y llegó el incidente…
Almagro acusa a Maduro de “dictadorzuelo”. Mujica le envió una carta. “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido”. Desde ese día no han hablado más. Al preguntarle en nuestro programa El Abogado del Diablo por Pepe Mujica, no vaciló en decir “que es un hombre único en 20 millones, de una sensibilidad, calidad humana y contundencia política inigualable”. Mujica fue la carta de presentación de la candidatura de Almagro en la OEA. Venezuela no quería votar por él y Mujica revirtió eso. Sin embargo su esencia perdiguera como puntero “que mantiene al contrario contra el alambrado” ha hecho de Almagro un implacable centauro de Maduro y sus camarillas. Un soldado de una izquierda liberal y blanca, que denosta el apoyo de la izquierda rancia y trasnochada a impostores que pisan la dignidad de sus pueblos. Ese es el punto para este hombre humilde y regio a la vez: ¡Dale sé socialista. Pero coherente. No de fusil y de caviar…!
De Mujiquista a Presidente de Uruguay
Sin duda el líder del MPP José Mujica, marcó a Almagro. “El traje de “Mujiquista” no me lo pienso quitar” sentencia el Paysandú. Una referencia muy directa en su vida política. “No puedo sacar o poner lo que me dejó Mujica políticamente como si fuera un saco”, declaró. ¿Pero hasta dónde irá? Nadie lo sabe. Por lo pronto se le ve fuerte, determinado, de un prestigio bien lustrado por su látigo infatigable contra raptores de libertades. Luce que volverá a Uruguay a la arena del poder. “Los secretarios generales de la OEA siguen ligados a la política y a la dinámica regional por el resto de sus vidas”, confiesa. “Es como una condena perpetua” asienta El Oso que no descansa…
Quiero agradecer a este guerrero de la democracia y la libertad su dedicación por Venezuela. Al conocerle más le admiro más. Su origen, su linaje, su auge. El amor eterno de su padre por su madre quien un segundo antes de morir le dijo, te amo…y cerro sus ojos. Su garra de vida de campo a vida trajeada me identifica más. Una trayectoria variopinta, indómita, apasionada, que no contiene lo que tiene que decir cuando la diplomacia calla. Almagro: el aristócrata de izquierda de mejor presencia (merecido título), es un venezolano de corazón que no descansará hasta ver a Venezuela libre. Ese día tomará un café en la esquina de Miraflores. Con el pueblo. Con quien le gusta estar y decir, ¡vamos arriba! No más…
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