Doce países de la Organización de Estados Americanos (OEA) integran a partir de hoy el “grupo de trabajo” para Nicaragua, que busca apoyar el diálogo nacional y contribuir a la búsqueda de soluciones para la crisis, la más sangrienta desde los años 80 del siglo pasado.
EFE
El anuncio de los miembros del “grupo de trabajo” se hizo hoy durante un Consejo Permanente de la OEA, en Washington.
La embajadora de Costa Rica ante el organismo, Rita María Hernández, que ocupa la Presidencia del Consejo Permanente, informó de que los integrantes serán Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, México, Panamá y Perú.
La creación del “grupo de trabajo” fue aprobada el 2 de agosto mediante una resolución, que recibió el aval de 20 de los 34 países que son miembros activos de la OEA.
La resolución fijaba el 10 de agosto como límite para la constitución del grupo y establecía que debía estar compuesto por por un mínimo de cinco miembros.
Durante la sesión, el ministro nicaragüense de Asuntos Exteriores, Denis Moncada, reiteró su oposición a la que sería una de las mayores competencia de ese “grupo de trabajo”: designar una misión que visite el país, para lo que siempre es necesario el consentimiento del Ejecutivo correspondiente.
“Nicaragua rechaza y condena esta acción irrespetuosa de un grupo de países de este Consejo al intentar constituirse en una autoridad extranjera, inmiscuyéndose en los asuntos internos que competen exclusivamente a los nicaragüenses”, subrayó Moncada.
Otra de sus misiones más importantes será respaldar el diálogo nacional en Nicaragua, que comenzó en mayo con la mediación de la Iglesia católica y que se encuentra estancado debido al rechazo del Gobierno a adelantar las elecciones fijadas para 2021, principal exigencia de la oposición.
El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, afirmó hoy que la Iglesia está haciendo gestiones para que se reanude el diálogo.
En declaraciones a Efe, Moncada aseguró que el Gobierno sostiene que el diálogo es “una vía de solución” y explicó que se está debatiendo si los garantes del proceso deben seguir siendo los obispos, o si por el contrario debe ser el SICA, organismo que podría ser más favorable al presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
El mandatario ha llamado “golpistas” a los obispos y los ha acusado de favorecer a la oposición.
“Esa es la cuestión, cómo recomponer el diálogo en Nicaragua, cómo se recompone la mediación dado que hubo algunos sectores de la Iglesia, algunos obispos que expresaron muy parcialmente su opinión común con la parte opositora y los grupos opositores”, consideró Moncada.
Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril y han dejado 317 muertos, de acuerdo con las últimas cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras que otras organizaciones humanitarias contabilizan 448 víctimas mortales y el Ejecutivo, 197. EFE