Ryanair se enfrentaba el viernes a su peor huelga de un día después de que un paro de sus pilotos en cinco países europeos trastocara los planes de viaje de aproximadamente 55.000 viajeros con la aerolínea de bajo coste, en plena temporada de vacaciones de verano. Ryanair, que evitó varias huelgas antes de la pasada Navidad al aceptar reconocer a los sindicatos por primera vez en sus 30 años de historia, ha sido incapaz de sofocar las crecientes protestas por el lento avance en la negociación de los convenios laborales colectivos.
En respuesta a los preavisos de huelga de los sindicatos, Ryanair había anunciado la cancelación en los últimos días de 250 vuelos dentro y fuera de Alemania, 104 hacia y desde Bélgica y otros 42 en Suecia y su mercado local de Irlanda, donde alrededor de una cuarta parte de sus pilotos llevaron a cabo su quinto paro de 24 horas.
La aerolínea preveía que sólo en Alemania la huelga afectara a los planes de viaje de 42.000 pasajeros, con la mayoría cambiando a otro vuelo de Ryanair y el resto o bien viendo reembolsado su dinero o siendo redigirido.
“Lo que encuentro injustificado es que los pilotos sean los que salgan peor parados, porque la gente quiere volar barato”, dijo Daniel Flamman, uno de los varios pasajeros con los que Reuters habló en el aeropuerto de Fráncfort que dijo simpatizar con los pilotos.
“Es un incordio que se produzca en las vacaciones de verano, pero es el único medio que tienen”.
Ingolf Schumacher, negociador de sueldos en el sindicato alemán Vereinigung Cockpit (VC), dijo que los pilotos tenían que estar preparados para “una batalla muy larga” y que podrían tardar meses en lograr cambios en la mayor aerolínea de bajo presupuesto de Europa.
La conflictividad es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el veterano consejero delegado, Michael O’Leary, quien una vez dijo que prefería cortarse la mano antes de reconocer a los sindicatos y que en otra ocasión cruzó un piquete de personal de equipaje para ayudar a cargar un avión.
O’Leary, famoso por no tener pelos en la lengua, ha intentado en los últimos años suavizar la imagen pública de Ryanair, por temor a que sea contraproducente para la aerolínea más rentable de Europa.
La huelga superó los 300 vuelos diarios que Ryanair tuvo que cancelar el mes pasado cuando las tripulaciones de cabina en Bélgica, Portugal y España se declararon en huelga durante 48 horas.
Un tribunal holandés también rechazó un intento de Ryanair por impedir que los pilotos de los Países Bajos se unieran a la huelga del viernes, pero la aerolínea irlandesa dijo que todos sus vuelos se realizarían según lo programado.
Los títulos de la aerolínea bajaban un 1,4 por ciento, a 13,36 euros, a las 0825 GMT. Han caído un 18 por ciento desde que la conflictividad aumentó a mediados de julio, hasta situarse bastante por debajo de los 14,21 euros a los que llegó en diciembre cuando Ryanair sorprendió al mercado al reconocer a los sindicatos.
Ryanair opera más de 2.000 vuelos al día, prestando servicio a 223 aeropuertos en 37 países de Europa y el norte de África, e insiste en que no cambiará el modelo de bajo coste que transformó la industria y la ha convertido en la aerolínea más rentable de Europa. Reuters