ALTO
LAVANDO LA CARA:
El gobierno que mas ha perseguido a los medios de comunicación libres, los ha disminuido o destruido al no darles papel o no renovarles las licencias, los ha venido señalando como enemigos suyos y no les permite hacer preguntas en sus “conferencias de prensa”(¿o dictados?), se ha valido de las investigaciones que esos medios hicieron -y hacen- del atentado frustrado para explicarle al mundo lo sucedido ese sábado 3 de agosto. Los videos mostrados, sin darle sus merecidos créditos, salieron de Telemundo hasta Runrun.es, pasando por La Patilla, El Pitazo o Efecto Cocuyo. Peor aún, Maduro llega a utilizar voceros de la ultraderecha de Miami para desatar sus iras contra los opositores o justificar sus acciones antidemocráticas. Que triste debe ser para sus funcionarios -muy bien pagados y recompensados con casa, carro, viajes, divisas y guardaespaldas- saber que a la hora de la verdad poco les importan ellos. Algunas declaraciones de esos voceros floridianos han servido de soporte a las torturas y persecuciones rojas rojitas. No se puede olvidar. Rojitos dixit…
MISERABLES:
No hay otra palabra para definir a quienes mostraron al diputado Requesens en ropa interior llena de excrementos para que la opinión pública “internalizara” que se había “chorreado” tras su prisión y vejámenes en el SEBIN. Peor aún, un gobierno que mata gente todos los días – por criminalidad, éxodo, falta de medicinas o comida, o los ajustes de cuenta entre facciones- demuestra su maldad publicando en las redes el accidente de hace un año en el que en chofer del diputado Julio Borges atropella, por error, a un niño vecino compañerito de los hijos del parlamentario. Grabado todo por los funcionarios del SEBIN, que lo perseguían las 24 horas, y señalándolo como el culpable y cobarde que “huyó” del sitio cuando corría a su casa desesperado. Usar elementos tan innobles, mintiendo, buscando tapar el video de Requesens no tiene perdón alguno. Es la venganza venática, con maldad, desde los laboratorios de un régimen que cada día retrocede a Venezuela a etapas superadas hace mas de 70 años. Solo en petróleo (cifras de ayer de Caracas Capital Markets) ya regresamos a igual producción que en 1947. ¿No les importa?
MEDIO
QUIEN BIEN LOS CONOCE:
Joaquín Villalobos fue guerrillero salvadoreño y hoy es consultor para la resolución de conflictos internacionales. De su artículo reciente en “El País” de Madrid extraigo estos párrafos reveladores: “La tragedia venezolana no tiene precedentes en Latinoamérica. Algunos consideran que Venezuela puede convertirse en otra Cuba, pero lo más probable es que Cuba acabe pronto convertida en otra Venezuela. Estamos frente a la repetición del efecto dominó que derrumbó a los regímenes del campo socialista en Europa Oriental, cuando hizo implosión la economía soviética. Las relaciones económicas entre estos Gobiernos funcionaban bajo lo que se conocía como Consejo Económico de Ayuda Mutua (CAME). Fidel Castro copió el CAME y se inventó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) para salvar su régimen con el petróleo venezolano. La implosión económica de Venezuela ha desatado un efecto dominó que pone en jaque a los regímenes de Nicaragua y Cuba y a toda la extrema izquierda continental. Las economías de los ocho regímenes de Europa del Este y Cuba sobrevivían por el subsidio petrolero y económico soviético. Cuando este terminó, los países comunistas europeos colapsaron a pesar de contar con poderosas fuerzas armadas, policías y servicios de inteligencia. Cuba perdió el 85% de su intercambio comercial, su PIB cayó un 36%, la producción agrícola se redujo a la mitad y los cubanos debieron sobrevivir con la mitad del petróleo que consumían. Castro decidió “resistir” con lo que llamó “periodo especial” para evitar que la hambruna terminara en estallido social. En esas circunstancias apareció el subsidio petrolero venezolano que salvó al socialismo cubano del colapso. El dinero venezolano, a través de ALBA, construyó una extensa defensa geopolítica, financió a Unasur, a los países del Caribe y a Gobiernos y grupos de izquierda en Nicaragua, Ecuador, El Salvador, Honduras, Chile, Argentina, Bolivia y España. Pero, como era previsible, la economía venezolana terminó en un desastre, resultado de haber expropiado más de 700 empresas y cerrado otras 500.000 por efecto de los controles que impuso al mercado. El chavismo destruyó la planta productiva y perdió a la clase empresarial, gerencial y tecnocrática del país. Este desastre terminó alcanzando al petróleo, con la paradoja de que ahora que los precios subieron, la producción se ha derrumbado porque Pdvsa quebró al quedarse sin gerentes y técnicos. El chavismo asesinó a la gallina de los huevos de oro, los subsidios al izquierdismo se acabaron y lo que estamos viendo ahora son los efectos. Más de 3.000 millones de dólares venezolanos parieron la autocracia nicaragüense, pero, cuando el subsidio terminó, el Gobierno intentó un ajuste estructural y estalló el actual conflicto. En mayo de este año Venezuela ¡compró petróleo extranjero! para seguir sosteniendo al régimen cubano”. Paradójicamente ahora la consigna para la economía cubana no es socialismo o muerte, sino capitalismo o muerte, los jóvenes cubanos no resistirán otra hambruna. Sin el subsidio venezolano, la crisis cubana está a las puertas y la débil autocracia nicaragüense flotará sin recuperarse hasta quedarse sin reservas para pagar la represión. El mayor beneficio del fin de las dictaduras de izquierda será para la izquierda democrática …”