La familia de Francisco Franco, se hará cargo de sus restos si, tal y como el Gobierno español pretende, es exhumado del polémico Valle de los Caídos, el complejo monumental donde está enterrado desde su muerte en 1975. EFE
Así lo asegura Francis Franco, uno de sus siete nietos, en una entrevista publicada en el diario español La Razón, que descarta además enterrarlo, “por motivos de seguridad”, en el distrito madrileño de El Pardo, en cuyo palacio donde residió el dictador, y donde está enterrada su mujer, Carmen Polo.
El Gobierno español puso en marcha este viernes el procedimiento legal que permitirá la exhumación de los restos de Franco, en el poder en España desde 1939 hasta su muerte.
El Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez aprobó un decreto que modifica la Ley de Memoria Histórica de 2007, una fórmula con la que pretende blindar la exhumación del dictador para evitar que eventuales recursos puedan impedirla.
En la entrevista, el nieto de Franco considera que el Gobierno español va a realizar la exhumación “por las malas y, ya veremos si saltándose la legalidad”, pero afirma que su familia no recurrirá el proceso administrativo porque “gastar dinero en contra de un Gobierno es perder el tiempo porque si lo hacen y lo exhuman sería un brindis al sol”.
La familia, agrega, dará una respuesta “colegiada” con las “alegaciones oportunas” una vez el órgano instructor del proceso abra el plazo de 15 días para que los interesados puedan personarse y presentar las alegaciones, así como a comunicar el destino que deseen para los restos mortales de Franco.
A ese respecto, descarta que el cadáver de Franco pueda ser enterrado junto a su mujer, ya que “donde ella está enterrada no hay seguridad, no puede estar allí enterrado mi abuelo. Hoy en día no se contempla”.
Francis Franco no cree que “ni el Gobierno ni el 90 % de los españoles vea urgencia” en la exhumación y reclama al Ejecutivo que, si cree tener razón, lo haga clara y públicamente.
También explica que la familia remitió una carta a la comunidad religiosa que gestiona la basílica del Valle de los Caídos para comunicar que no autorizaban la exhumación.
A su muerte en 1975, tras encabezar un régimen dictatorial tras una cruenta guerra civil (1936-39), Francisco Franco fue enterrado en un lugar preferente del Valle de los Caídos, complejo monumental que ordenó construir en la sierra a unos 50 kilómetros al norte de Madrid, dominado por una enorme cruz, y cuyo mantenimiento costó los últimos cinco años cerca de dos millones de dólares.
Construido por presos republicanos que hacían así trabajos forzados, el lugar acoge los restos de miles de víctimas de la guerra civil, tanto del bando franquista como de la República, que en 1936 era el sistema político legal en España.
El lugar es objeto de polémica desde hace décadas, sin que haya acuerdo en el debate sobre qué hacer con él ya que la presencia del cadáver de Franco le hace ser un símbolo de la dictadura.
La inminente exhumación de los restos ha incrementado considerablemente el número de visitas a su tumba, que en julio recibió casi un 50% más que en el mismo mes de 2017.