En la cama, la ducha o el baño, el hotel temático Doghouse ofrece desde hoy un torrente de cerveza para que sus clientes consideren a este centro de culto a la “birra” de Columbus (Ohio) como el lugar “más feliz de la tierra“.
EFE
BrewDog, una cervecera escocesa especializada en la producción artesanal, inauguró un hotel junto a su planta estadounidense con 32 habitaciones ambientadas con barriles de cerveza helada, que permiten a los huéspedes servirse lo que quieran sin tener que llamar al camarero.
Además, los baños de cada cuarto del establecimiento cuentan con un minibar en la ducha y una bañera de hidromasajes que se puede llenar de cerveza.
Los precios de las habitaciones, incluyendo 8 suites de lujo, van desde 162 a 284 dólares la noche, incluyendo desayunos, almuerzos y cenas diseñados con base en el espumoso producto.
Y por si fuera poco, el hotel tiene un local que ofrece masajes con cebada, ingrediente de la cerveza que es rico en vitamina B, además de tratamientos de belleza con el lúpulo, levadura y malta, como los principales ingredientes rejuvenecedores.
“Hay algunos hoteles en el mundo que lo alojan cerca de una fábrica de cerveza, pero en ninguno de ellos usted puede despertarse dentro de la cervecería”, señala el eslogan de The Doghouse.
“Quién necesita una alarma cuando puede despertarse con el aroma de la destilación. Desde su habitación, usted puede ver la cervecería en funcionamiento y hasta oler nuestros barriles”, agrega.
Es el sueño hecho realidad para quienes deseen acceder a “ríos y mares de cerveza en cualquier momento”, señalaron los propietarios, que esperan convertir el hotel en la meca de los “locos” por la cerveza artesanal, que busquen unas vacaciones diferentes.
“Olviden Disneyland. Este es el nuevo lugar más feliz de la tierra”, declaró James Watt, cofundador y director ejecutivo de BrewDog, en un comunicado.
Watt comenzó a producir cerveza artesanal hace varios años en su casa de Aberdeenshire (Escocia), hasta que en 2007 montó su fábrica propia en sociedad con Martin Dickie, gracias a una campaña de micromecenazgo que les permitió reunir el capital necesario.
La experiencia fue repetida con el proyecto de Columbus, y en 17 meses convirtieron en realidad el hotel DogHouse, un negocio que espera atraer clientela de todas partes del mundo.
“Durante muchos años, la idea de un hotel dedicado a la cerveza fue un sueño. Una utopía que nadie creía posible, pero que ahora, gracias al apoyo de nuestra comunidad global de evangelistas de la cerveza hemos convertido en realidad”, agregó Watt.
Los mil mecenas, que aportaron 300.000 dólares durante las dos semanas de recaudación de fondos, tienen sus nombres grabados en la barra del bar principal del hotel y pasarán a la historia como cofundadores del mayor hotel de cerveza artesanal del mundo.
Los inversionistas tienen además el derecho de ser los primeros en acceder a las habitaciones y ya reservaron las primeras 500 noches, con la idea en mente de que, según la revista Food & Wine, el consumo de cerveza tiene numerosos beneficios, como un aumento de la resistencia física, mejora del sistema cardiovascular, ayuda a relajar los músculos y armoniza las funciones corporales.
La popularidad de la cerveza artesanal atrae a muchos turistas en el mundo y antes del hotel de Columbus, que presume de ser el primero que se abre dentro de una cervecería, otros establecimientos de Alemania, México y la República Checa ya habían apelado a las habitaciones temáticas de este tipo.
Por ello, BrewDog ya avanza en la construcción de un hotel similar en la sede central de esta cervecería en Escocia, cuya apertura está prevista para 2019 y en el que, al igual que el caso estadounidense, los huéspedes podrán ver a los cerveceros trabajar desde las habitaciones con vista a las grandes tinas.