Venezuela en caos: urge una intervención regional Por Gustavo Coronel

Venezuela en caos: urge una intervención regional Por Gustavo Coronel

Gustavo Coronel

Mensaje a la OEA, a las Naciones Unidas, al Grupo de Lima, a los Estados Unidos y Canadá, a la Unión Europea  

Con un ejército prostituido y sus altos mandos involucrados en híper-corrupción. Con una economía en ruinas. Llevando a cabo acciones humillantes en contra de una población hambrienta y carente de recursos médicos esenciales. Generando con su crueldad el éxodo de millones de venezolanos. Con una familia presidencial envuelta en lavado de dinero y narcotráfico. Con unos 100 miembros de alto nivel del gobierno sancionados por los países civilizados del planeta. Rechazado moralmente por la OEA y por la Unión Europea. Objeto de burlas en todo el planeta por la ignorancia y cursilería de sus funcionarios. Exigiéndole al pueblo obtener el Carnet de la Patria para poder comprar gasolina o alimentos. Demandando sumisión y esclavitud a quienes permanecen indefensos ante el bandidaje cívico-militar. Recibiendo el apoyo por omisión de algunos sectores de la oposición, los cuales preferirían coexistir pacíficamente con la abominación. Alentando la acción de bandas armadas las cuales violan y saquean lo que resta de la propiedad privada y hasta los cementerios.

Ya ha sido hora de que este monstruo indigno y de mil cabezas que se aferra al poder en Venezuela sea intervenido y que sus cabecillas sean enviados a las cárceles donde han ido a parar los peores criminales y narcotraficantes de América Latina.





Una intervención en Venezuela por la región sería un acto de liberación. Es necesaria porque en Venezuela se apaga la llama de la rebelión. Un Alto mando militar traidor, un  liderazgo de oposición desconcertado, una clase empresarial aletargada, cuyos miembros – parafraseando a Churchill – complacen al cocodrilo para tratar de ser los últimos en ser tragados, una población exhausta y cada día más sumisa ante la satrapía, el país en general parece carecer de la capacidad para rebelarse cívicamente.

El cambio tendrá que ser inducido desde afuera. Un auto que no arranca necesita ser empujado.   

Si el mundo democrático no ayuda a Venezuela a ponerse de pie el país permanecerá chapoteando en el pantano de la esclavitud, como le ha sucedido a la Cuba castrista. Los nicaragüenses ya lo han visto así y el país se ha rebelado contra Daniel Ortega.  En Argentina los Kirchner se fueron del poder y Cristina Fernández probablemente irá a la cárcel. En Brasil, Lula ya está en la cárcel. En Ecuador, Correa es hoy rechazado. Los cabecillas de la cleptocracia regional han sido neutralizados.

Sin embargo, Venezuela no ha sido capaz de generar su propia acción de  profilaxis política. Un cruel ignorante permanece en el poder, humilla a los venezolanos  y arruina material y espiritualmente al país.

Hubo momentos en la historia en los cuales los venezolanos salieron de sus fronteras a ayudar a la región a lograr su liberación. Hoy necesitan de la ayuda de la región.