La respuesta a esta interrogante no puede responderse con nombres propios en este momento, que los hay en cantidad en la dirigencia de los partidos y en la sociedad civil independiente, dentro y fuera del país, en el empresariado, los trabajadores, la Fuerza Armada, y en una juventud que ha entregado cuerpo, vida y corazón en toda Venezuela por la causa de la libertad.
Para armar el rompecabezas, Soduko, cubo de Rubik, o lo que sea que como acertijo se requiera para encontrar una salida a la crisis en que nos ha sumido el socialismo del siglo XXI, primero tenemos que preguntarnos, si los factores que lideran el cambio tienen conciencia de la enorme responsabilidad histórica que tienen en sus manos, yo apuesto positivamente a que la mayoría si tiene claro esa responsabilidad, la cárcel, el acoso y el exilio son los testimonios más evidentes de una resistencia democrática y pacífica, de una dirigencia que se enfrenta en todos los terrenos civilizados posibles, a un adversario poderoso que criminaliza a políticos, periodistas, dueños de medios, y hasta académicos universitarios, como en el caso de la rectora de la Universidad de Carabobo, que se le impide salir del país sin que se sepa de qué se le acusa en concreto.
Una vez que tenemos claro que si hay compromiso histórico en la dirigencia y los partidos para un cambio que se siente próximo por la gravedad de las pésimas condiciones humanitarias, económicas y democráticas en que se encuentra el país, entramos en un laberinto epistemológico, que no es otra cosa que cada quien tiene una idea, un formato de cambio, que es aprovechado por la maquinaria del gobierno como una contradicción para golpear en donde más duele, la unidad opositora, como reconoció valientemente Henrique Capriles en días pasados.
Entendamos de una vez que no hay unidad homogénea solamente, que también existe una unidad heterogénea, y que ambas son necesarias, no son excluyentes la semejanza y la diferencia, eso nos distancia del pensamiento único de los totalitarismos, al menos el sentido común y la ciencia están de acuerdo que lo importante es el objetivo estratégico, y ese objetivo para los políticos, y también para los que etiquetan de anti políticos en la oposición no está en discusión.
¿Quiénes protagonizarán la transición en definitiva? Pienso que aquellos que trasciendan las formas rígidas, y se abran a la comprensión de una realidad compleja, en donde se barajan varios escenarios posibles de cambio, y tomen distancia de los relatos gastados del populismo petrolero, que ya no tiene nada nuevo que ofrecer, tendrán más oportunidad de protagonizar la transición, incluyo en esta lista a algunos disidentes del chavismo, que abiertamente enfrentan al régimen, y a oficiales de alto grado de la FAN que no hayan cometido delitos, ni estén siendo investigados.
En la reconstrucción de Venezuela, la única exclusión necesaria es la del actual gobierno y sus secuaces. Después habrá tiempo de colocar a cada quien donde le corresponda de acuerdo a sus actuaciones.