Angustia, desesperación y molestia es lo que experimentan a diario los habitantes del estado Trujillo, quienes deben pasar varias horas en la cola de los supermercados, bajo el sol, sin comer y con la incertidumbre de si lograrán comprar o no los alimentos para llevar a sus hogares.
Por Carlos Briceño / El Universal
En los últimos quince días, además de la confusión que reflejan los ciudadanos tras el nuevo cono monetario, también se ha acrecentado la dificultad para adquirir la comida, por lo que el hambre y la incertidumbre reinan en esta región andina.
“Aquí no hay comida, da dolor ver lo vacías que están las carnicerías en las que tu podías comprar así fuera un pedacito de carne. El Gobierno sigue con su engaño diciendo que acá todo está bien, mientras el pueblo se muere de hambre; este Gobierno tiene que caer porque cada vez es peor la situación”, manifestó Norma Contreras al equipo de El Universal.
En Valera, ciudad comercial de esta región andina, las colas se extienden por varios kilómetros, pero lamentablemente no todos los residentes pueden comprar.
El pollo y la carne son los productos que tienen mayor demanda, sin embargo, sólo algunos establecimientos comerciales ofrecen estos artículos y únicamente quienes amanecen haciendo cola logran adquirirlos.
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