Paradójicamente ésta palabra define el miedo a la pronunciación de las palabras largas, también engloba aquellos que se muestran especialmente aprehensivos a pronunciar mal los vocablos complejos, especializados o aquellos que les resulten desconocidos.
Para que las personas que tienen este temor puedan decir el nombre de su fobia sin caer en un ataque de pánico también se utiliza la palabra “sesquipedaliofobia”, lo cual no es de gran ayuda.
Esta es sin duda, una de las fobias más atípicas y curiosas es la hipopotomonstrosesquipedaliofobia o fobia a las palabras largas. Y es que las personas que sufren esta fobia deben sentir un gran malestar con solo oír el nombre del trastorno que padecen.
Como con todas las fobias, la hipopotomonstrosesquipedaliofobia es un miedo irracional, que provoca un gran malestar y causa que aquellos afectados con esta patología tiendan a evitar aquellas situaciones en las que entran en contacto con el estímulo fóbico, es decir, las palabras largas.
Lo cierto es que esta fobia es poco frecuente, igual que otras fobias extrañas como la arachibutyrophobia, que es el miedo a que la mantequilla de maní se pegue al paladar, y que puede aparecer, por ejemplo, cuando un niño está apunto de ahogarse por comer unas tostadas de mantequilla de maní.
Este tipo de fobias, que están causadas por un estímulos concretos, reciben el nombre de fobias específicas. Estas incluyen: el miedo a las arañas o aracnofobia, el miedo a los payasos o coulrofobia o el miedo a volar o aerofobia, entre otras.
Fuente: Psicología y Mente; Culturizando