Por Pedro Reparaz / AFP
La gran mayoría de los equipos de la NBA arrancaron sus entrenamientos este martes. Entre ellos, los renovados Lakers de LeBron James, los Raptors del sonriente Kawhi Leonard y los Minnesota Timberwolves de un Jimmy Butler que pidió formalmente su traspaso a horas de volver al trabajo.
LeBron era un hombre feliz el lunes en las instalaciones de su nuevo equipo. “Mañana (martes) va a ser como el primer día de escuela para mí. Por un lado sabes lo que te espera, pero por otro es todo nuevo”, señaló ante los medios.
El cuadro de Los Ángeles, con el ‘Rey’ en sus filas, volverá a aspirar a estar arriba en la Conferencia Oeste luego de varios años penando por las últimas posiciones pero el primer mensaje de LeBron no fue el esperado. Mientras la mayoría buscaba ilusión, él pidió cautela.
“Tenemos un largo camino por delante para poder ganar a los Warriors. Golden State es Golden State, llevan juntos varios años ya. Nosotros tenemos que centrarnos en ser mejores cada día y, con el tiempo, en ponernos en una posición para ganar el anillo, como ellos han hecho en los últimos años”, apuntó LeBron.
Porque un equipo campeón no se construye de la noche a la mañana. Y él, que ha llegado a las últimas ocho finales de manera consecutiva, lo sabe mejor que nadie. A un grupo joven su unieron en las últimas semanas veteranos como Rajon Rondo, Lance Stephenson o Michael Beasley y, este martes, todos trabajaron juntos por primera vez.
“No creo que la única forma de ser exitoso sea ganar el campeonato. Solo hay un campeón. Hay muchos jugadores nuevos, tenemos que aprender a compenetrarnos. Habrá buenos momentos, malos momentos, es normal en un equipo nuevo. Necesita tiempo”, advirtió LeBron.
En un equipo con 16 anillos, el paso por California de James, que firmó por cuatro temporadas y 154 millones de dólares, se medirá en relación a sus éxitos. Y, para que éstos lleguen, primero tendrá que destronar a los Warriors.
Una última vez
Golden State, que sumó a un quinto All-Star a su ya temible quinteto inicial en DeMarcus Cousins, podría estar ante su última oportunidad de ganar otro título. Al menos eso es lo que opina su entrenador, Steve Kerr.
“Puede que sea la última oportunidad que tengamos con esta configuración de los Warriors (ya que) va a haber muchos agentes libres (el próximo año). No sabemos lo que va a pasar”, declaró Kerr el lunes en referencia a los contratos de Klay Thompson, Kevin Durant y el propio Cousins, que finalizan en junio de 2019. Los de la Bahía de San Francisco han ganado tres de los últimos cuatro anillos, aplastando 4-0 a los Cavaliers de LeBron en la última final.
Una sonrisa inesperada
Kawhi Leonard era infeliz en San Antonio. Tras haber disputado únicamente nueve partidos la temporada pasada con la casaca de los Spurs, una misteriosa lesión lo apartó del equipo durante varios meses, enfrentándolo al cuerpo técnico y al resto de sus compañeros.
Al terminar la campaña de manera abrupta, luego de caer en primera ronda de los playoffs ante Golden State, Leonard se reunió con el entrenador Gregg Popovich y ambos decretaron que lo mejor era separar sus caminos. Su destino acabaron siendo los Raptors de Toronto.
Los canadienses tendrán hasta 2019 para convencerle de quedarse a largo plazo en un equipo que ya cuenta con Kyle Lowry, Serge Ibaka y un prometedor grupo de jóvenes en sus filas.
Para ello tendrán que convertir en un hombre feliz a un jugador parco en palabras, que limita sus apariciones públicas y que se ha alejado siempre del halo de estrella que le persigue. Y el lunes le arrancaron por sorpresa una sonrisa, un buen primer paso hacia su renovación.
Un traspaso exprés
Los Minnesota Timberwolves, por su parte, regresaron este año a disputar las eliminatorias por el título por primera vez en 14 años. Bajo el liderato del escolta Jimmy Butler, acompañado de Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins, los pupilos de Tom Thibodeau saborearon las mieles de la postemporada tras casi una década y media.
Pero su idilio se rompió a horas de arrancar la temporada cuando Butler pidió formalmente el traspaso. El exBulls, cuya vinculación finaliza en 2019, se habría incluso negado a vestirse de nuevo la casaca de los Wolves. De momento, no se presentó el lunes al tradicional día con la prensa ni el martes a los entrenamientos de su equipo. “Fue un derechazo” en la mandíbula, reconoció su compañero Taj Gibson.
No todas son sonrisas en la vuelta al colegio cuando quedan apenas tres semanas para el primer partido oficial de la temporada.