Sebastiana Barráez: Así tienen a los militares en la Dgcim

Sebastiana Barráez: Así tienen a los militares en la Dgcim

Foto: Punto de Corte

 

Es el sótano número uno, el de las celdas de 2.75 x 2.75, en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), con sede en Boleita, caracas. A ese sótano lo llaman El Tigrito. Ahí están detenidos numerosos militares señalados, imputados o sospechosos de instigación a la rebelión, traición a la patria, conspiración contra el Gobierno venezolano. También hay algunos civiles, como los gerentes de CITGO detenidos en noviembre 2017.

Por: Sebastiana Barraez | Punto de Corte





Entre los militares mejores preparados por la República están los de la Unidad de Operaciones Especiales (Uope), que integran Fuerzas Especiales de militares de este grupo comando adscrito a la Armada Venezolana y a la Aviación Militar. Es uno de los grupos élite considerados entre los mejores que hay en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Entre los detenidos en mayo y, hoy tratados como piltrafas humanas, hay integrantes de la Brigada Comando del Mar (Bricomar), la mejor brigada de Operaciones Especiales de Venezuela. Incluso el Gobierno ha considerado que el subcomandante del Apostadero Naval “TN Tomás Vega”, en la bahía de Turiamo, ubicada en el Parque Nacional “Henri Pitier”, estado Aragua, es la persona líder en comandar ese grupo.

Veinticinco años de prisión, según expediente FM9-097-2018, pidieron los fiscales militares 1TTE Keyla Emilse Ríos Lara y el 1TTE Israel Alfredo Echenique López, para los oficiales de la Operación Armagedón. Ellos dicen que los delitos, en el que habrían ocurrido los militares, aunque la única prueba sea un informe de Inteligencia y la declaración de un presunto delator, son tan graves que atentan contra la integridad, independencia y libertad de la nación. Y por ello los imputaron por Traición a la Patria, Instigación a la Rebelión Militar, conspiración para el motín y contra el decoro militar.

Aunque varios de los oficiales de Acciones Especiales denunciaron en el Tribunal, a cargo de la juez Mayor (Ej) Claudia Carolina Pérez de Mogollón, que fueron torturados en la Dgcim, a la mujer no le pareció importante el hecho, alegando que ella no tiene competencia para conocer de eso.

Si hay coincidencia, entre los oficiales detenidos, es que jamás los trasladaron, como dicen las actas, a revisión forense en el hospital de El Llanito. Al médico forense que llevan a la Dgcim a revisar a los privados de libertad, es el doctor José Manuel Lugo, que sí trabaja en El Llanito. Pero lo destacable es que la respuesta que le dio a los militares cuando le manifestaron las torturas sufridas, fueron: “No son torturas las cicatrices de las manos, es normal por las esposas”, “No, ahí no se le ve ningún morado”, “Esa herida se la puso causar con un tropezón”, etc.

Cómo estará la situación que uno de los defensores públicos militares, a quienes ni siquiera le permiten visitar regularmente a sus representados, pidió la baja.

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