Doce de las mayores petroleras del mundo están habilitadas para disputar el viernes la subasta en la que Brasil ofrecerá derechos sobre cuatro enormes y codiciadas áreas en el presal, el horizonte de exploración que puede convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo, reseña EFE.
En la subasta de mañana serán ofrecidos los derechos para explorar y explotar las áreas conocidas como Saturno, Tita, Pau-Brasil y Sudoeste de Tartaruga Verde, ubicadas en aguas muy profundas en las cuencas marinas de Campos y de Santos.
La Agencia Nacional de Petróleo (ANP, regulador) calcula que recaudará 6.820 millones de reales (unos 1.705 millones de dólares) tan sólo por la concesión de los derechos sobre las cuatro áreas.
El regulador también calcula que el Estado brasileño recaudará unos 180.000 millones de reales (unos 45.000 millones de dólares) en regalías, participaciones y tributos durante los 35 años en que los vencedores tendrán derecho a explotar las reservas.
La lista de empresas habilitadas para disputar el concurso incluye a las multinacionales estadounidenses Chevron y ExxonMobil, las británicas BP Energy y Shell, y la francesa Total, que son consideradas como las mayores del mundo.
La lista de doce habilitadas las complementan la brasileña Petrobras, la colombianas Ecopetrol, las corporaciones chinas CNOOC y CNODC, la alemana DEA Deutsche Erdoel AG, la noruega Equinor y la qatarí QPI.
Petrobras, que tiene derecho a manifestar su opción de participar como operadora y con al menos el 30 % de participación en cualquier área del presal, tan sólo oficializó su interés en adjudicarse derechos sobre Tartaruga Verde, el yacimiento menos codiciado de los cuatro.
Las cuatro áreas que serán subastadas tienen yacimientos probados en el presal, el horizonte de explotación descubierto en aguas muy profundas del Atlántico frente a la costa brasileña y por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
La Federación Única de los Petroleros (FUP), central que agrupa a los sindicatos del sector en Brasil, asegura que los estudios iniciales indican que las cuatro áreas ofrecidas tienen reservas calculadas sumadas de 17.390 millones de barriles de hidrocarburos.
Los especialistas aseguran que, teniendo en cuenta que las reservas realmente extraíbles en el presal equivalen al 30 % de las calculadas, el volumen que puede ser extraído de las cuatro áreas supera los 5.000 millones de barriles, un poco menos de la mitad de las reservas probadas de Brasil (12.835 millones de barriles).
Por contar con enormes yacimientos ya probados de hidrocarburos en el presal, Brasil no ofrece licencias para explotar estas reservas en el régimen de concesión, en el que la petrolera paga por el derecho y se apropia de toda la producción, sino en el de régimen de sociedad, en el que, además de pagar por el derecho, el vencedor de la subasta tiene que compartir el crudo que extraiga con el Estado.
El vencedor de las subastas por derechos en el presal, por lo mismo, será la empresa que se comprometa a darle la mayor participación de su producción al Estado.
Según las normas de la subasta, la empresa que se adjudique los derechos para explotar el área de Pau Grande tendrá que ofrecerle al Estado una participación de por lo menos el 24,82 % de su producción, porcentaje mínimo que será del 17,54 % para Saturno, del 10,01 % para Sudeste de Tartaruga Verde y del 9,53 % para Tita.
El presal comenzó a ser explotado hace exactamente diez años y ya produce un promedio de 1,5 millones de barriles diarios, más de la mitad de toda la producción brasileña.
Esta será la quinta vez que Brasil ofrecerá a las multinacionales la oportunidad de adjudicarse derechos para explotar el presal.
Hasta ahora, Brasil solo ha otorgado licencias para la explotación de diez áreas en el presal.
La primera subasta fue realizada en octubre de 2013, cuando el Gobierno concedió derechos sobre un yacimiento a un consorcio integrado por Petrobras (40 %), Total (20 %), Shell (20 %) y las chinas CNPC (10 %) y CNOOC (10 %).
Otras seis áreas fueron subastadas en octubre del año pasado en un concurso en el que Brasil recaudó 6.150 millones de reales (unos 1.500 millones de dólares) por las licencias que ofreció a consorcios, tres de ellos encabezados por Petrobras y los otros tres liderados por Shell.
En junio pasado, en otro concurso, la ANP obtuvo 3.150 millones de reales (unos 768,3 millones de dólares) en una subasta en la que adjudicó derechos para explotar otras tres áreas en el presal a dos consorcios liderados por Petrobras y otro encabezado por Shell.