La historia del dramático entierro de Ender Bracho en Zulia (Fotos)

La historia del dramático entierro de Ender Bracho en Zulia (Fotos)

Foto Versión Final

 

El desespero y la impotencia de no tener suficiente dinero para terminar de costear el velorio y posterior entierro de Ender Antonio Bracho, llevó a sus familiares a cavar una fosa de no más de dos metros, en el frente de su casa, ubicada en el barrio Los Tres Reyes Magos, publica Versión Final.

La muerte de este joven reveló una de las tantas caras de la actual crisis económica que atraviesa el país. Una septicemia, provocada por una infección de oído que no pudo tratarse por la falta de recursos, aunado la precaria atención en los hospitales de Maracaibo, causó el deceso de Bracho.





Pasada las 10 de la mañana y ante la imposibilidad de pagar una urna, un nicho en el cementerio y mucho menos un acto velatorio, la familia Bracho cargó los restos del hombre, y envuelto en una sábana lo introdujeron en la improvisada tumba que habían cavado. No se atrevieron a taparlo con arena, aún tenían la esperanza de que la Alcaldía o la Gobernación, pudieran ayudarlo.

 

Yadira Bracho, una de sus hermanas, alegó que supuestamente se vieron obligados a enterrarlo ante la falta de repuesta del Estado, pero luego lo “sacaron de la tumba porque estaba aguantando mucho sol”. Pasado el mediodía, el cuerpo del difunto fue llevado de regreso a su habitación.

Tras la publicación de un dramático video en las redes sociales la Gobernación del estado Zulia asumió los costos de la sepultura.

La madre de Ender, Gladys Hernández, una mujer que supera los 80 años y a quien el padecimiento de osteoporosis le impedía mantener la frente en alto, denunció que por muchos años canceló los servicios en la funeraria Previpaz, pero la caída por dos meses en el pago de las cuotas ocasionó el vencimiento del contrato, lo que representaba la única alternativa para ofrecerle el descanso eterno a su hijo varón.

“Nos estafaron, como teníamos dos meses sin pagar nos dijeron que se venció el contrato. Hablé con ellos comprometiéndome a que íbamos a pagarlo pero que lo enterraran dignamente pero se negaron. Nos estaban cobrando 2 millardos de los bolívares de los nuevos solo por enterrarlo. No hubo manera de convencerlos”, comentó la señora.

La llegada de la carroza fúnebre, con el ataúd y los implementos para armar lo que sería su sala velatoria, desahogaron las preocupaciones de los Bracho en horas del mediodía del jueves. Los trabajadores de la funeraria San José se encargaron de preparar el cuerpo, por orden de la Gobernación, y armaron el espacio para que sus familiares y allegados puedan despedirse de él. “Vamos a poder velarlo y enterrarlo como debe ser“, comentó un familiar entre lágrimas.

 

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