El magistrado del Tribunal Supremo de Brasil Luiz Fux decidió suspender la autorización concedida al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para que pueda conceder entrevistas a la prensa desde la cárcel donde se encuentra detenido desde el pasado abril, confirmó hoy el tribunal
Fux canceló la noche del viernes la autorización que había sido otorgada por otro juez del Supremo, Ricardo Lewandowsky, y el caso deberá ser evaluado por el pleno de la máxima corte del país, que todavía no ha fijado fecha.
Con su decisión, el magistrado atendió un pedido del Partido Novo, que consideró que la autorización de Lewandowsky supone una afronta a la legitimidad del pleito.
“No se pretende con la presente acción imponer cualquier tipo de censura. Lejos de eso, lo que se pretende es que la entrevista no sea realizada antes de las elecciones. No se trata solo del hecho de estar en la cárcel. Otras entrevistas ya se concedieron en la cárcel”, resaltó la formación en su reclamación.
El mismo viernes, Lewandowsky dio el visto bueno para las entrevistas en respuesta a una reclamación de dos periodistas del diario “Folha de Sao Paulo” por una negativa que les había dado en agosto la jueza Carolina Moura Lebbos, responsable de la ejecución de la pena de Lula.
Lewandowski acogió los argumentos de los reclamantes y entendió que la decisión de la jueza sería una censura previa al trabajo de la prensa.
“Al censurar a la prensa y negar al preso el derecho de contacto con el mundo exterior, bajo el fundamento de que ‘no hay previsión constitucional o legal que se basa en el derecho del preso a la concesión de entrevistas o similares'”, se viola frontalmente un principio básico de la ley de prensa, argumentó Lewandowski.
El magistrado del Supremo también desvirtuó que el acceso de periodistas a la sede la Policía federal de Curitiba, donde Lula está preso, cause un problema de seguridad, justificación que también había dado la jueza para negar las entrevistas.
Para ello, citó varias entrevistas que han concedido presos en régimen cerrado, como ocurrió con narcotraficantes y criminales brasileños, o como el caso de la cantante mexicana Gloria Trevi, que estuvo recluida durante dos años en una cárcel en Brasil antes de ser extraditada a México y también recibió a la prensa.
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, está recluido desde abril tras ser condenado en segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El exsinidcalista lideraba todos los sondeos de intención de voto con un 40 % de las simpatías para las elecciones presidenciales de octubre próximo y fue el candidato inicial del Partido de los Trabajadores a pesar de estar en la cárcel.
Sin embargo, tuvo que retirarse de la disputa electoral y ceder la candidatura al exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, luego de que la Justicia le inhabilitara debido a que las normas del país impiden que condenados en segunda instancia puedan postular a un cargo electivo.
EFE