El expresidente panameño Ricardo Martinelli, detenido por presunto espionaje, fue uno de los ganadores este domingo de las primarias de su partido, al ser elegido como candidato a diputado para las elecciones generales del próximo año.
AFP
Martinelli fue el candidato más votado por uno de los circuitos de Ciudad de Panamá, donde obtuvo un 45% de los sufragios para candidato a diputado por el partido Cambio Democrático (CD, derecha).
El expresidente derrotó a otros nueve precandidatos, aunque en su circuito solo votó el 24% de los electores. “Mi mayor deseo es salir pronto de este secuestro para ayudar a nuestro país a superar la profunda crisis a la que lo han llevado por el afán de destruirme política y personalmente”, dijo Martinelli en un comunicado leído este domingo por su vocero, Luis Eduardo Camacho.
Cambio Democrático celebró este domingo primarias para escoger a sus candidatos para los puestos de diputado, alcalde y otros cargos locales para las elecciones generales del 5 de mayo de 2019.
Martinelli está acusado de espiar entre 2012 y 2014 a unos 150 opositores a su gobierno, por lo que el fiscal del caso pidió una pena de 21 años de cárcel en su contra. Sin embargo, aspira a ser diputado, pese a estar detenido en la cárcel El Renacer, a orillas del Canal de Panamá.
Las víctimas de los presuntos “pinchazos” sospechan que las aspiraciones de Martinelli son para beneficiarse de un fuero penal que dificultaría el desarrollo del proceso en su contra.
Este domingo el ministerio de Gobierno envió un comunicado donde acusa a Martinelli de desatender la ley penitenciaria “profiriendo amenazas de agresión al personal custodio e incumpliendo órdenes emanadas por las autoridades del Sistema Penitenciario”. En varias ocasiones los abogados del exgobernante han pedido, sin éxito, su excarcelación por motivos de salud.
Multimillonario empresario de supermercados, Martinelli accedió al poder con un discurso contra la corrupción, pero tras su paso por el gobierno acumula una veintena de investigaciones por diferentes escándalos. Sin embargo, afirma ser víctima de una “persecución política” del gobierno de Juan Carlos Varela, antiguo aliado suyo y actual enemigo político.
El viernes, el juez del caso, Jerónimo Mejía, concluyó la fase de presentación de pruebas, y en las próximas semanas deberá decidir si envía o no a juicio al expresidente.