El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que él y su homólogo de Corea del Norte, Kim Jong Un, “se han enamorado”, y que su relación está alimentada por las “cartas bonitas” que recibe del líder asiático.
Trump elevó el sábado su recientes elogios a Kim a cotas insospechadas, en un mitin en Virginia Occidental en apoyo a los candidatos locales del Partido Republicano.
“Y luego nos enamoramos, ¿de acuerdo? No, realmente. Me escribió cartas bonitas y son cartas geniales. Nos enamoramos”, dijo Trump a la multitud.
El presidente estadounidense tachó como “fantástico” el lunes en la Asamblea General de las Naciones Unidas al hombre fuerte de Corea del Norte, acusado por la ONU y otros de abusos generalizados contra los derechos humanos, un año después de que Trump destripara a Kim desde la misma plataforma.
Trump prosiguió diciendo que el miércoles recibió una “carta extraordinaria” de Kim y se mostró optimista sobre una eventual segunda cumbre entre los dos líderes “bastante rápido”.
El presidente estadounidense amenazó hace un año con “destruir totalmente” Corea del Norte durante el discurso de su debut en la Asamblea General de la ONU, en el que también tildó a Kim de “hombre cohete”.
El líder norcoreano contestó a Trump llamándole “viejo chocho estadounidense mentalmente trastornado”.
Esos fueron solo algunos de los insultos que los líderes de los dos estados con armas nucleares se lanzaron entre sí, lo que puso al mundo al borde del abismo.
Después de que los medios estadounidenses informaran en agosto pasado que Pyongyang había conseguido encajar una ojiva nuclear en un misil, Trump advirtió a Pyongyang de que no amenazara a Estados Unidos o se enfrentaría a “fuego y furia como nunca antes el mundo había visto”.
Kim había comparado anteriormente los comentarios de Trump con el ladrido de un “perro rabioso”, y Trump contestó que Kim era un “cachorro enfermo”.
Ambos líderes se reunieron en Singapur en junio, en lo que fue la primera cumbre entre los dos países.
El encuentro sirvió para destensar las relaciones y provocó un paro en los lanzamientos de misiles de Pyongyang, aunque desde entonces han habido pocos avances concretos.
El ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, afirmó el sábado en la ONU que “no hay forma” de que su país se desarme mientras Estados Unidos presiona para que se cumplan estrictamente las sanciones contra Pyongyang.
AFP