Se preveía la primera ministra británica, Theresa May, adoptara este miércoles un tono optimista en su discurso durante el congreso anual del Partido Conservador, pero seguramente pocos se esperaban que la premier lo llevara hasta el extremo de entrar en el escenario bailando el tema de Dancing Queen de ABBA a su particular estilo. El auditorio la ovacionó y las redes sociales empezaron a sacar humo, publica La Vanguardia.
Alegre y divertida, tras el baile la líder británica volvió a reiterar a los líderes de la Unión Europea reiteró de nuevo que Reino Unido no se dobla ante las voluntades de Bruselas. “Reino Unido no teme salir sin acuerdo si tenemos que hacerlo”, afirmó May. “Pero tenemos que ser sinceros sobre esto. Salir sin un acuerdo, introducir aranceles y costosos controles en la frontera, sería un mal resultado para Reino Unido y para la UE”. “Será duro al principio”, pero “la resistencia” del pueblo británico permitirá que el país salga adelante, aventuró.
WHAT THE HELL JUST HAPPENED?!?!?!
Somebody call the police and make it stop! Theresa May is the Dancing Queen!!!!! #CPC18 pic.twitter.com/mRzpfEZwQF
— Charlie Proctor (@MonarchyUK) 3 de octubre de 2018
La mandataria británica quiso jugar la carta de la sorpresa y el humor en un momento en que su liderazgo en el Ejecutivo se tambalea. Desde dentro del partido conservador algunos euroescépticos piden su cabeza, especialmente, el antiguo ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson. Él es el principal opositor del plan para el Brexit que defiende May, ya que lo considera demasiado blando.
La elección de irrumpir en el escenario con un baile es visto por algunos como un intento de atraer la atención en un momento que necesita más que nada hacerse con el protagonismo, para eclipsar discursos como el de ayer de Johnson, en el que cargó duramente contra ella.
No es la primera vez que Theresa May muestra sus ‘dotes’ de baile. El pasado verano protagonizó varios episodios virales cuando, durante su viaje a África, se animó a bailar con unos estudiantes que le daban la bienvenida. Sus curiosos movimientos de pies y caderas fueron la comidilla de las redes y los medios británicos.