…. que ni esos muchos ni yo mismo somos
extranjeros recíprocos extraños
y que la grave extranjería es algo
curable o por lo menos llevadero
acaso el tiempo enseñe
que somos habitantes
de una comarca extraña
donde ya nadie quiere
decir
país no mío.
Mario Benedetti
Éxodo, diáspora, exilio, inmigrantes , xenofobia, estos conceptos nunca fueron parte del vocabulario común y del sentir cotidiano de los venezolanos, lo que conllevan en su significado fue siempre ajeno a nosotros, éramos un país tranquilo, receptor de migrantes que salían de sus países buscando mejores oportunidades para sus familias. Árabes, españoles, italianos, portugueses, peruanos, colombianos entre muchas nacionalidades encontraron en Venezuela una patria en crecimiento, con mucho por hacer y mucho por dar, sin mezquindades, sin acoso migratorio, nos fusionamos literalmente con esas culturas y logramos empujar juntos a Venezuela. Un país creciendo en el desarrollo de las oportunidades que nos brindó Dios con todas las bondades naturales que nos regaló. Si bien teníamos algunos problemas sociales, políticos y económicos, nunca fueron inmanejables y lo que en aquel momento se catalogaba como pobreza hoy en día se equipara a lo que una familia de profesionales antes clase media trabajadora era. Buscar alimentos nunca fue algo que nos demandara días y semanas enteras, era una cotidianidad resuelta sin problemas, igual el transporte y las tareas más esenciales del ser humano. Si íbamos a alguna tierra extranjera era por motivo de recreación o estudios jamás como la estampida que ha generado el movimiento migratorio más escandaloso jamás visto en este hemisferio. Aunque el gobierno irrito, falso, impostor, narcocorrupto que nos oprime lo niegue e intente esconder la realidad inventando cifras y mostrando falsas realidades, e incoherentemente -como es costumbre- llamando a la Vuelta a la Patria, eso somos hoy en día: un país mutilado, desmembrado, con nuestros hijos desparramados por el mundo, nuestra fuerza de progreso, nuestro talento más preciado, los jóvenes entre 18 y 35 años inundan las calles de Cúcuta, Bogotá, Santiago, Lima, Madrid, buscando sobrevivir y logran con un salario mínimo tener vivienda , alimento, transporte y algún escape de recreación, lo básico que en su tierra natal una manada de corruptos les robaron. Eso sin lugar a dudas es un crimen horrendo.
Producto de esa migración descomunal se dan casos muy dolorosos tal y como pudimos ver esta semana en Ecuador una grave situación de xenofobia que se está presentando en algunos países ocasionado por el volumen y necesidades de millones de migrantes Venezolanos lo que involuntariamente genera grandes problemas en los países receptores porque en principio no son países con economías boyantes y debe destinar importantes recursos económicos, de infraestructuras ( servicios), humanos, para atender dichas necesidades.
Definitivamente la peste del chavismo o socialismo del siglo XXI, como la bautizó el poeta y escritor Gustavo Tovar Arroyo en su excelente documental, no tiene parangón en la humanidad. No les basta con conllevar a todos los habitantes de mi patria a la humillación y crueldad como lo que vemos a diario a nuestros jubilados, lo deprimente ver los hospitales convertidos en criaderos de gusanos en donde están muriendo miles de personas por falta de medicamentos llegando la escasez. Al 95 %. no conformes con el asesinato diario de neonatos, enfermos crónicos y ancianos, continúan con la política sistemática del exterminio, tanto en lo físico como en lo moral para que la estampida continúe a pasos agigantados, limitando aún más los medios de subsistencia, con el único objetivo de lograr la sumisión o forzar la emigración.
Si estudiamos las migraciones que hemos visto en la historia, sobre todo en el siglo XX, se efectuaron por vía marítimas, en autobuses y un bajo porcentaje vía aérea, pero la diáspora Venezolana se está efectuando CAMINANDO, o sea, miles de kilómetros, como lo han venido publicando los distintos medios de comunicación serios de todo el mundo. Eso evidencia la gran hambruna que está viviendo el pueblo Venezolano, ya no pueden decir que los que se han ido del país son los ricos. Los millones de pobres prefieren salir antes que vivir en comunismo, hambre, miseria, resentimiento, anarquía total, la hiperinflación y la inseguridad más altas del planeta. En sus propias filas la deserción es común, los hijos de los dirigentes de la bazofia llamada PSUV están todos fuera de Venezuela, y la huida del país de la masa ex militante, incluidos los malaNdros colectivos, es notoria.
Por otra parte y como ya es harto conocido, fue una política de estado acabar toda la propiedad privada y la vida privada de todos los Venezolanos, propiciada y ordenada por el intergaláctico supremo, Hugo Chávez en el año 2006 con las expropiaciones, confiscaciones y popularizó la frase ” ser rico es malo” y resultó ser un gran profesor y actor de la CLEPTOMANIA
(Trastorno mental que se caracteriza por una inclinación o impulso obsesivo por robar) su mejor sobresaliente alumno, el narcotraficante internacional Diosdado Cabello Rondón, que superó a su profesor con creces.
No hay lugar a dudas que en esta etapa eliminarán la educación privada, las distintas iglesias y ya han avanzado con la aniquilación de los principales partidos políticos, medios de comunicación, los sindicatos, las asociaciones y gremios profesionales. La destrucción del marco económico del país ya se avanzó al extremo, recordemos que en 1998 habían en toda Venezuela 14500 industrias y hoy apenas quedan menos de 900. El tema del poder adquisitivo es un vicio, un juego con el que disfrutan asomándole un caramelo al pueblo para después quitárselo pues la inflación los acaba, si no pregunten a los que alegraron con el último aumento de sueldo , que ya andan llorando pues se les volvió sal y agua, en apenas un mes.
A los voceros de unas supuestas elecciones generales, lo que venden como una especie de amnistía falsa, les insisto que ustedes saben ciertamente que estos narcoterroristas que tienen secuestrada nuestra patria, solo buscan extender su barbarie disimulando con actuaciones con visos democracia, pero la única forma, de lo que estoy más que seguro es que saldrán con los pies hacia delante, en lo menos que lo esperamos pues la paz tan ansiada debe lograrse con justicia y ellos merecen pagar por sus crímenes.
Sin duda de que estamos luchando por nuestra segunda independencia y siempre esperanzado con lograr la libertad de mi patria les invito desde mi cárcel del exilio para seguir forjando el camino hacia esa meta, con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño
Twitter: @josegbricenot
Instagram: @josegbricenot
Facebook: José Gregorio Briceño
Fuente: http://gatobriceno.blogspot.com/2018/10/estampida-descomunal-realidad-desoladora.html